Todo principio es maravilloso, excitante,
algo que no tiene comparación en nuestras vidas, nunca ha existido un principio
amargo, pues con la devoción de conquistar ese principio, todo lo amargo sabe
dulce, la palabra NO se convierte en SI, sabemos que existen principios con tropezones,
pero no dejan de ser divinos, es lo más disfrutado en nuestras expresiones, es
el gozo de conquista, el disfrute de lo esperado.
Sabemos que todo final tiene sabor
desagradable, se sufre, se llora, es algo inquietante, a veces un final no
deseado, pero es lo que la biografía nos presenta por su naturaleza, entender
que cuando se unen ideas diferentes, aunque con el mismo deseo, persiste la
diferencia, creadora del fin. Pero quizás este fin, sea el comienzo de nuestra
verdadera felicidad.
No hay mal, que por bien no venga.
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