10 de septiembre de 2014

Vivencias de Leonel Cabrera


Ese domingo en la noche, 8:15, y después de unas breves palabras, el pastor Luis Félix Rodríguez, introdujo al predicador de la noche Ramón Collado. Éste saludó a una iglesia llena y efusiva, y la invitó a leer la parábola de las 10 vírgenes en Mateo 25:1-13.

El servicio normalmente terminaba a las 9:00 pm, pero dan las 10:15 pm y el predicador apenas va por la primeras 5 vírgenes, y sólo quedan en la iglesia el pastor Luis Félix, Ana Bertha Belliard, Justino mi hermano y un servidor. A las 10:30pm, mi hermano me pasó unas llaves y me dijo: "Dáselas al predicador para cuando termine cierre la iglesia."

El predicador terminó a las 11 pm y tuvo que dormir en el pueblo por lo difícil de encontrar transportación a Santiago a esa hora.


La Biblia dice: "Y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto. Entonces descendió Pablo y se echó sobre él, y abrazándole, dijo: No os alarméis, pues está vivo." Hechos 20: 9-10

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