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27 de septiembre de 2014

Algunas de mis vivencias estudiantiles y profesionales

Tercera entrega
Por Ramón Antonio Veras
Manolo Tavarez Justo
B- El caso de Minerva Mirabal, después de la fiesta de San Cristóbal
Para que los jóvenes de hoy tengan una idea de lo que fue el régimen tiránico de Trujillo, me voy a permitir tomar como referencia de su perversión lo que le ocurrió con Minerva Mirabal, y cómo su actitud de seriedad, firmeza y responsabilidad, la arrastró a ella y a la familia a la persecución y la muerte.
24.- Como era su forma normal de actuar ante las jovencitas hermosas de la época, Trujillo se había interesado en satisfacer sus pretensiones carnales con Minerva Mirabal, y para tal fin organizó en San Cristóbal, la noche del 13 de octubre de 1949, una fiesta con el fin de conquistarla. En el curso de la celebración, mientras Minerva y Trujillo bailaban, éste le preguntó a Minerva si ella tenía novio, a lo que Minerva había respondido no. Él le preguntó: “¿Y a usted no le interesa mi política o no le gusta? La respuesta que Minerva le dio a Trujillo fue: “No, no me gusta”. Entonces Trujillo le dijo: “¿Y si yo mando mis seguidores a conquistarla?”. La respuesta de Minerva fue: “¿Y si yo los conquisto a ellos?”.
25.- Luego de la citada conversación, Minerva y sus familiares que la acompañaban, abandonaron el lugar del baile, sin despedirse del tirano y todavía la fiesta en curso. Para el orgullo, engreimiento y soberbia de El Jefe, esto constituía una ofensa imperdonable a su petulancia, endiosamiento, machismo, narcisismo y megalomanía.
26.- Una vez Trujillo tuvo conocimiento de la partida de Minerva, llegó a emberrenchinarse de tal forma que pateó de rabia, armó un escándalo, y a una soberbia que desarmó al gobernador y al senador de Moca”, ambos presentes en la festividad.
27.- En lo adelante, Trujillo puso en función su odio, concentró su perversidad para fastidiar a Minerva, a su familia y relacionados.
28.- La formación de un ser humano despiadado estaba caracterizado en la forma de Trujillo proceder  ante cualquier opositor suyo; no distinguía entre hombre o mujer, joven o anciano. Su actitud ceñuda, combinada con su manifestada frialdad y desfachatez, hizo de él una persona capaz de descargar sus resentimientos de la forma que le produjera la mayor alegría y satisfacción, y a sus víctimas los peores tormentos.
29.- Trujillo demostró ser obsesionado en su práctica política contra todo aquel a quien consideraba adverso a su régimen, y ante Minerva Mirabal, procedió con una especie de manía prejuiciada, llevada a la acción compulsiva del neurótico.
30.- Minerva buscó la forma de aplacar la ira, la persecución tenaz que Trujillo tenía en contra de ella, pero nada impedía que el tirano persistiera en su saña y rencor. Él sentía que había sido agraviado con la actitud valiente y digna de Minerva.
31.- En su interés de tener la posibilidad de inscribirse en la universidad, Minerva fue aconsejada en el sentido de que, aunque fuera en forma simulada, pronunciara un discurso alabando a Trujillo y elogiando su obra de gobierno; ella así lo hizo, participando como oradora en un mitin efectuado en Salcedo. Pero el tirano no cedió en su inflexible terquedad y designios criminales contra la joven que le había hecho saber que no todas las niñas de su época estaban a su servicio y pretensiones libidinosas.
32.- La perenne idea criminal de Trujillo, no había forma de que atenuara su alucinación enfermiza contra Minerva. Su ofuscación de hacerle la vida imposible no tuvo límites; para él no hubo período alguno de sosiego, serenidad ni tranquilidad en su afán de lesionarla.
33.- Aunque Minerva cumplió con la formalidad que se le imponía a todo estudiante universitario de la época de dedicarle la tesis de grado a Trujillo, éste hizo caso omiso a esa distinción proveniente de una adversaria de su política, y no le expidió el exequátur para ejercer la profesión, ni tampoco le fueron reconocidas sus sobresalientes méritos académicas.
34.- A la formación familiar, intelectual e ideológica de Minerva le repugnaba cualquier halago, elogio o exaltación al régimen de Trujillo, y nada reducía ni limitaría su actitud de censura, critica y total rechazo a la tiranía. Por la cabeza de Minerva nunca pasó la idea de amigarse, reconciliarse ni camaradería alguna con el trujillismo.
35.- La inteligencia de Minerva, le decía que debía actuar con suma lucidez para no exasperar al tirano que se mantenía al acecho para al menor desliz desencadenar acciones represivas contra ella y su familia. Por más comedida que Minerva actuara, Trujillo la hostigaba con mayor insolencia; su arrogancia y vanidad le hacían un hombre endiablado el cual desconocía el sentido de bondad, su formación de energúmeno impedía que conociera la tolerancia y la calma.
36.- Después del desplante en la fiesta de San Cristóbal, el tirano no le dio tregua a Minerva; se mantuvo en permanente beligerancia ante la imposibilidad de conquistarla sentimental y políticamente.
37.- Aunque en el fondo de su alma Minerva no soportaba a Trujillo, ella buscaba la forma de que él moderara su inquina y malquerencia. Así, por ejemplo, a sugerencia de un amigo suyo, cuando Manolo y ella decidieron contraer matrimonio, le cursó una invitación al tirano haciéndole partícipe de la celebración del enlace matrimonial.
38.- A Trujillo no le calmó su ira contra Minerva el hecho que su madre le visitara en el Palacio Nacional, y ante la pregunta de Trujillo de “Qué usted quiere que yo haga con su hija”, la progenitora de Minerva, respondió: “Yo soy responsable de ella y me la llevo para mi casa”
39.- Ante Trujillo no valía ruego alguno, no aceptaba súplica; lo de él era la exigencia; su acritud reflejaba su aspereza; en sus actuaciones nunca conoció la benevolencia ni la dulzura. La amabilidad de la madre de Minerva no influyó en Trujillo, quien con su sarcasmo, ligado con su mordacidad, enseñaba los rasgos que marcaban su personalidad infame
40.- El padre de Minerva, conociendo la situación difícil en que se encontraba su familia ante el régimen, y lo truculento que era Trujillo, para calmar la ira permanente del tirano, luego de haber sido sometido a un tormentoso interrogatorio, para que no quedara duda alguna de la sinceridad de sus respuestas, le remitió una carta al gobernador de Moca, para esa época Antonio de la Maza, en la que daba su testimonio de adhesión al Jefe.
C.- El hostigamiento a Minerva se extendió hasta Manolo
41.- La situación de hostigamiento contra Minerva y su familia, se extendió a Manolo Tavares Justo.
42.- Manolo Tavares, desde antes de conocer a Minerva, ya estaba ubicado como adversario de la tiranía de Trujillo, porque en el año 1946, había sido militante de la Juventud Democrática, organismo dependiente del Partido Socialista Popular.
43.- Una vez Trujillo tuvo conocimiento de los amores de Minerva y Manolo, lanzó su furia contra ambos, y procuró crear discordia entre ellos, haciéndole saber a Minerva que estaba siendo víctima de su novio porque Manolo tenía una novia.
44.- Pero Manolo, al igual que Minerva, simulaba no ser contrario a la tiranía; para cuidarse y evitar estar en permanente conflicto con Trujillo, cubría la realidad con la apariencia.
45.- En las cartas que Manolo enviaba a Minerva, se advertía la forma como le decía que tenía que asistir a desfiles y concentraciones en honor a Trujillo, y poner su vehículo a disposición de aquellos que quisieran asistir a las actividades a favor del tirano.
46.- Trujillo procuraba acorralar a sus enemigos políticos sin importar la posición activa o pasiva que exhibieran, y aunque las actividades políticas estaban limitadas a las que se hacían a favor del trujillismo, el acoso era llevado a cabo frente a todo aquel que se sospechara era desafecto al gobierno.
47.- La vida de Manolo, una vez fueron conocidos sus relaciones amorosas con Minerva, fue de asedio total. Sus movimientos eran sometidos a vigilancia absoluta por parte de los organismos represivos de Trujillo.

48.- La brusquedad de Trujillo no tuvo límites; su mentalidad perversa se dirigía a mancillar honras sin distinguir entre hombre o mujer. Su voluntad criminal la revelaba en cualquier circunstancia. Solamente se sintió bien ante Minerva Mirabal, el día 25 de noviembre de 1960 cuando la asesinó en unión de sus hermanas Patria y María Teresa, y de quien la acompañaba como conductor del vehículo, Rufino de la Cruz. 

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