El Cañero

28 de septiembre de 2014

Dilma Rousseff recupera la ventaja y ya es favorita

Selfie. La presidenta de Brasil Dilma Rousseff se fotografía 
con sus partidarios durante la campaña para las elecciones 
generales del 5 de octubre. /AFP
Brasil.- Hubo un fuerte giro en las preferencias, y la presidenta de Brasil aseguró su ventaja para la primera vuelta frente a la ecologista centroderechista. En segunda vuelta, la mandataria ganaría por 4 puntos.
A juzgar por la tradición electoral brasileña, aquellas encuestas realizadas en la proximidad del día “D” son las que finalmente aciertan. La de ayer, realizada por Datafolha y publicada a solo siete días de la primera vuelta de los comicios presidenciales en Brasil, confirma lo que era una tendencia marcada por otras consultoras a lo largo de la semana que pasó: Dilma Rousseff se impone con una ventaja sustantiva, de 13 puntos, sobre Marina Silva, la rival más importante.
La presidenta, que busca un segundo mandato, alcanzó una intención de votos sin precedentes: 40 por ciento. La oponente volvió a declinar, y ahora se posiciona con 27 por ciento de las preferencias del electorado. Ese es el nivel que tenía como número dos de la fórmula presidencial del Partido Socialista Brasileño, hasta la muerte de su ex compañero Eduardo Campos, en un accidente aéreo en agosto.
Marina, esa mujer delgada, de tez mate y una mezcla de rasgos de antepasados negros e indígenas, sufrió el desgaste propio de quien enfrenta el día a día de una batalla electoral. Su opción por la ambigüedad ante definiciones exigidas por su electorado, tanto del ala izquierda como del ala derecha, le hizo perder pie donde tenía su mayor capital político: entre los jóvenes y entre los brasileños con más educación formal.
Con hechos bien “tangibles” como programas sociales, planes de inclusión universitaria, financiación de investigadores para cursos en el exterior, creación y fortalecimiento de universidades federales, y un sinnúmero de obras públicas terminadas y en funcionamiento, Rousseff le gana ahora en todos los segmentos sociales. La presidenta se lleva la mayor porción del electorado entre aquellos sectores con instrucción primaria y secundaria. Pero aún más: muestra un significativo ascenso entre las personas con educación superior: conquistó siete puntos en solo 15 días. Es allí, precisamente, en esos sectores poblacionales, donde Marina vio reducir en forma fuerte su caudal: cayó 8 puntos entre quienes alcanzaron un título secundario y 9 por ciento entre quienes tienen un diploma universitario.
Peor aún para Marina fue su desbarranco entre los más ricos, aquellos que ganan más de 3.700 dólares mensuales. Allí las intenciones de voto por la candidata emergente disminuyó en forma abrupta de 41 a 26 por ciento. No es que Dilma tenga un gran desempeño en ese ámbito; pero incluso allí tuvo una mejora y hoy con su 28% de preferencias supera a la ex ministra ambientalista.

 Ese, claro está, es el reino de Aécio Neves, el presidenciable de la socialdemocracia brasileña, fundada y administrada por el ex presidente Fernándo Henrique Cardoso. En el cuadro regional, los dos únicos lugares donde Marina mantiene el liderazgo son en el distrito federal Brasilia y en San Pablo, un estado provincial socialmente complejo donde la clase media siente una antipatía visceral hacia el Partido de los Trabajadores.

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