Por
Dr. Enrique Miguel Seijas
Ex
Senador por La Romana
Dr. Enrique Miguel Seijas |
Hay eventos y decisiones que marcan la vida de un país,
que vienen a surgir como actos solucionadores de problemas vernáculos, que si
se realizan sin contar con el esquema de globalización que hoy nos arropa, de
por si se constituyen en problemas, que llega a afectar reciamente las bases de
una nación.
En corto espacio de tiempo, ha habido dos decisiones
de organismos diferentes, que han puesto a la república en situación de
dificultad, y ha permitido que sectores minoritarios se constituyan en
vanguardistas de un ultranacionalismo, lejano, a todas luces:
La primera la
ya famosa sentencia TL/0168/13 de nuestro Tribunal Constitucional que en síntesis
dicta, que los hijos de extranjeros sin residencia legal permanentes nacidos en
territorio dominicano, no son titulares de la nacionalidad de este país.
Al mismo tiempo que establece un proceso de regularización
de los registros de actas del estado civil desde 1929 hasta el 2007, ordenando
la creación de libros-registro especiales de nacimiento de extranjeros; y la
segunda la ley del congreso nacional que declara como parque nacional a loma miranda,
contraponiéndose a una obligación contractual y constitucional, que colocaría
de nuevo a República Dominicana contra la pared en organismos nacionales e
internacionales.
Hay que destacar, que con esta ley el PLD actuó con
irresponsabilidad dejando llegar hasta el poder ejecutivo algo, que por obra
del populismo fue posible.
En ambos casos ha habido una respuesta firme y
decidida del presidente Danilo Medina, en primer lugar con el plan de regularización
de extranjeros, que cumple con el mandato de la ley de migración y la ley sobre
naturalización, que es evacuada por el Congreso Nacional al ser sometida por el
ejecutivo luego de una amplia gama de consultas y búsqueda de consensos en
diversos sectores de la sociedad dominicana, inspirándose esta en principios
fundamentales que rigen al estado en el orden, el respeto a la dignidad humana,
a la libertad, a la igualdad, al imperio de la ley, a la justicia, a la
solidaridad y convivencia fraterna.
Con el veto presidencial, de la ley que pretendía
declarar loma miranda como parque nacional basado en aspectos de orden
constitucional, legal y contractual, que harían inviable esta acción
congresional.
Lejos de jugársela, el presidente Danilo Medina, en
ambos casos se creció como estadista, demostrando una vez mas que está ahí para
ejercer su prerrogativa, que en los dos casos, ha conseguido sacarle las castañas
del fuego a la republica dominicana.
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