SANTO DOMINGO.-
Degenerado en un simple partido de grupos movidos por simples intereses
personales, lanzados al zafacón de la historia los principios políticos,
ideológicos, morales y éticos con los que concibió y forjó el profesor Juan
Bosch el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lo correcto es que se siga
el camino por el que Danilo Medina y su grupo conducen al partido morado, el de
la destrucción.
¿Otro PRD? ¡Por Dios,
no!
Si el danilimo está
siguiendo el principio maquiavélico de Euclides Gutiérrez Félix, que reza: “en
política se hace lo que conviene”, va por el camino correcto, porque otro PRD
no le conviene al país, y el PLD ya es casi eso.
Imponer un grupo
dentro de un partido, como lo sigue haciendo el Comité Político del PLD, ahora
con la entrega total del control del Congreso Nacional al grupo de Danilo
Medina, no conviene ni a esa agrupación, que ha dejado de ser también “de la
liberación dominicana”, y mucho menos al país.
Cuando un partido se
divide, y uno de los grupos toma su total control, y domina incluso todo el
Estado, a la parte derrotada le queda muy poco terreno para combatir en una
guerra convencional.
Si Leonel Fernández y
sus seguidores intentan luchar tendrán que hacerlo denunciando y luchando
contra todo lo malo de este y del próximo gobierno de los danilistas, que es
mucho, y entonces los hombres y mujeres del Comité Político que piensan más en
sus lujosos sueldos (que muchos no se ganan trabajando) los tildarán de
conspiradores. diariocristal.com
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