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12 de julio de 2016

El PLD a la luz de la experiencia brasileña


pld


Por Rolando Robles
rolrobles@hotmail.com

NEW YORK.- Los dirigentes peledeistas mas responsables han externado alguna preocupación por el derrotero que ellos suponen va a seguir su partido. Unos han mostrado cierto aire de intolerancia y otros han sido mas que conservadores al momento de evaluar el futuro de la mas formidable maquinaria electoral dominicana de la actualidad. Pero en general, todos han recomendado prudencia y sentido común, cuando se habla de lo que está por venir.
El caso es que sabemos que el sentido común es el “menos común de los sentidos” y en este nuevo PLD, no hay garantía alguna de que la razón será la regla del juego que se avecina. Con todo y eso, los que hemos hecho causa común con ellos en los últimos procesos, albergamos esperanzas de que su dirección mantenga la coherencia mínima para enfrentar esta nueva etapa de apertura y consolidación simultáneas.
Podemos suponer que la dirección alta del PLD se pondrá a la altura que las circunstancias demandan; y que en consecuencia: la sangre no llegará al río. Esto significa que el partido sabrá conciliar las contradicciones mayores, y leonelistas, danilistas, ortodoxos, independientes y boschistas, buscarán una salida armoniosa, que les permita mantener el control del Estado y del Gobierno.
Estas cavilaciones mías probablemente serán ignoradas por los peledeístas, especialmente en Nueva York, pero no renunciaré al derecho de opinar y criticar a los amigos. Porque si estuvimos juntos en las jornadas públicas pasadas, hemos de estarlo a la hora de evaluar los resultados y las variantes que se presentan, de cara a este nuevo escenario.
Lo que de ninguna manera podemos, ni debemos hacer los que nos consideramos “aliados”, es tomar partido en la lucha interna de una organización en la que no militamos. Y las razones son de carácter puramente ético. Dice el viejo dicho que: “los amigos no se meten en pleitos de marido y mujer”, y a lo mas que pueden llegar es a señalarles la conveniencia de mantener la unidad familiar, por el bien de los hijos y de ellos mismos.
Es justamente en esta coyuntura que quiero llamar la atención de los peledeístas sobre el caso de Brasil, donde el Partido de los Trabajadores, a pesar de haber tenido un desempeño positivo y prudente en lo referente a los logros sociales, hoy está en la picota -con su presidente suspendida por un virtual golpe de Estado legalizado por el Congreso- y acusada de violaciones mayores a las normas institucionales; aunque ya se está evidenciando que todo es parte de una trama para desalojar el partido del poder, apoyada en evidentes indelicadezas cometidas desde el Gobierno.
Aun y cuando hay grandes diferencias entre Brasil y Quisqueya y más aún, entre el PT carioca y el PLD dominicano, se pueden establecer algunas similitudes en los procesos seguidos por ambas naciones y que han generado un reagrupamiento de las fuerzas más conservadoras con el expreso fin de asaltar el poder. Claro está que en República Dominicana no hay un escenario que favorezca la sustitución del presidente, ni mecanismo legal para hacerlo, pero si existe una intención clara de revertir el orden que se impuso en las elecciones pasadas, aludiendo una supuesta “dictadura de partido del PLD, que controla todas las estructuras del Estado”.Si la oligarquía carioca aun no ha podido completar su trabajo de meter a Dilma Rousseff a la cárcel, ha sido por tres motivos: (1) los millones de brasileiros que salieron de la pobreza en los gobiernos del PT, pues si llegaran a manifestarse públicamente, pudiéramos ver una guerra civil; (2) porque el partido aún está en el poder y el poder “se usa”: y (3) porque el PT en pleno se ha mantenido detrás de Lula y Dilma, sus dos líderes principales. Esto debe observarlo cuidadosamente el PLD y extrapolarlo al país.
Siguiendo esa carta de ruta es que vemos como los sectores empresariales cierran filas detrás del discurso post electoral de la oposición -o mas bien, de su principal candidato presidencial- que intenta lograr con la presión fáctica de la oligarquía nacional, lo que no se pudo alcanzar con el voto popular. Esa es la esencia del planteamiento de “un acuerdo político, previo a los pactos fiscal y eléctrico propuestos por el presidente Medina”.
La oligarquía nacional -o sea, el empresariado- ha incursionado en la competencia electoral con candidatos propios y se propone, desde la alcaldía principal del país (paradójicamente lograda con votos del propio partido PLD) y con el apoyo de una errática oposición, guiada en apariencias, por el candidato presidencial perdedor, tumbarle el pulso al Gobierno y cercenar sus planes futuristas.
El problema no es el pacto fiscal, sino más bien el eléctrico. Con el control de las nuevas plantas de Punta Catalina -que es su objetivo inmediato- el empresariado busca seguir esquilmando al pueblo dominicano, que ya les ha regalado miles de millones de dólares con los subsidios al sector eléctrico. Ellos se opusieron rabiosamente a las plantas de carbón, argumentando que eran contaminantes y torpedearon su construcción, pero una vez que ya son una realidad, ahora quieren explotarlas graciosamente.
Esta es la verdad monda y lironda a que se enfrenta el partido de Gobierno: entender que lo que está en juego es el mantenimiento del poder. Lo de las luchas intestinas es tan solo una arista del poliedro y muy mal harían los morados si se dejan engatusar por los representantes de la oligarquía -dentro y fuera del PLD- y reducen el accionar político de su militancia a un enfrentamiento por el control interno.
El partido debe refugiarse en el mandato que se le dio el 15 de mayo pasado, en el 62% que sacó Medina, mas allá de las circunstancias particulares y de los detalles no deseados. Este es el único pacto político posible. Está claro que para entenderlo hay que ser democrático, no simplemente demócrata; y la oligarquía y sus representantes, desde luego que no son ni una cosa ni la otra. Ellos son sencillamente los dueños del país. De los que no estoy seguro es de los dirigentes peledeístas.
¡Vivimos, seguiremos disparando!
labazuca.com

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