Por Lincoln López
Roque Dalton |
“Junto al dolor del mundo mi
pequeño dolor,
junto a mi arresto colegial
la verdadera cárcel de los
hombres sin voz,
junto a mi sal de lágrimas
la costra secular que sepultó
montañas y oropéndolas,
junto a mi mano desarmada el
fuego…” (AYER)
Entonces
decidí escribir en Cultura viva un artículo titulado “R. D.”, publicado en La
Información el 5 de abril de este año, en el cual ofrecí algunas pinceladas
sobre su vida y obra. Pero resulta que el pasado viernes 15 de julio el
periódico español El País publicó un reportaje firmado por Jan Martínez Ahrens
titulado: “El Salvador quiere enterrar a su poeta”, es decir, a Roque Dalton, y
que, al mismo tiempo haya justicia por el asesinato cometido desde dentro de
las filas revolucionarias de izquierda, cuando sus propios compañeros de armas
le inventaron la acusación de revisionista, un término usado por los
autodenominados “los más puros” del marxismo contra aquellos que revisaban
ciertos postulados de esa teoría, y en consecuencia, contenía una connotación
negativa y se consideraba una alta traición.
Reproduzco
a continuación algunos datos investigados por el periodista Jan Martínez en
torno al caso del vate salvadoreño, por solidaridad con el poeta, para que no
haya más impunidad en casos similares a este, que tanto daño ha hecho a
nuestros pueblos, dominicano y del mundo, con el pretexto de liberar a los
pueblos del atraso y la miseria.
1.
En la pág. 8 de El País dicho articulista dice: “La Sala Constitucional de El
Salvador declaró el miércoles inválida la llamada Ley de Amnistía General para
la Consolidación de la Paz de 1993…El fallo de la CSJ establece que la amnistía
es contraria a la protección de los derechos fundamentales, porque impide el
cumplimiento de las obligaciones de prevención, investigación, enjuiciamiento,
sanción y reparación de las graves violaciones a esos derechos”.
2.
Más adelante expresa: “Hijo de un tiempo confuso, el intelectual y guerrillero
murió el 10 de mayo de 1975 a manos del Ejército Revolucionario del Pueblo
(ERP). Su asesinato, un ajusticiamiento interno por su enfrentamiento con la
dirección, vino seguido de un largo silencio oficial. Jamás se condenó a sus
autores, nunca se recuperó su cuerpo.
3.
A seguidas dice: “Roque Dalton (1935-1975) no ha dejado de crecer desde su
muerte. Dueño de un verbo preciso y luminoso, su obra ha trascendido los
límites de la poesía social revolucionaria y ocupa un lugar dominante en la
lírica centroamericana”.
4.
De Julio Cortázar (Bruselas, 1914-1984) el célebre literato argentino, autor de
Rayuela (1962), transcribió la siguiente valoración sobre Roque Dalton: “En él,
desde los 18 años, nunca se pudo separar al poeta del luchador, al novelista
del combatiente, y por eso su vida fue una serie continua de persecuciones,
prisiones, exilios y fugas”.
“Estos
casos, considerados crímenes de guerra, podrían ahora llevarse a juicio”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario