Matthew Lipman |
El original programa de Filosofía para niños (PFN) surge a finales de los años sesenta a partir de la preocupación del profesor Matthew Lipman, cuando desde sus cátedras de Filosofía en EE. UU., se planteó la necesidad de acercar la filosofía a los niños y adolescentes, como herramienta para el desarrollo de su pensamiento crítico, porque su experiencia docente le demostraba las carencias de razonamiento con las que llegaban los estudiantes con los que trabajaba en la Universidad de Colombia de Nueva York. En esas circunstancias pensaba: primero: que el desarrollo del pensamiento no es algo que se pueda dejar hasta los años universitarios; y segundo: “no es posible conseguir sociedades verdaderamente libres y solidarias si no conseguimos personas capaces de pensar por sí mismas…”
Matthew Lipman (1922-2010), filósofo, pedagogo e investigador norteamericano, líder de la Filosofía para Niños desarrolló este programa totalmente innovador en dos partes esenciales: teórica y práctica. Se apoyó, además, en las novelas filosóficas que escribió como en otros textos llamados “Guías didácticas”; pero fue en junio de 1985 con ocasión del Congreso sobre Filosofía y Juventud cuando lo presentó formalmente. Luego fundó el Instituto para el desarrollo de los niños (IAPC) “como marco institucional para el desarrollo del curriculum, las labores de investigación pedagógica y la formación de profesores”.
El PFN tuvo una gran aceptación nacional e internacionalmente, verbigracia, el Centro Argentino de Filosofía para Niños, en España, en Barcelona, bajo las siglas de IREF, otro en Madrid, bajo el nombre de Filosofía para Niños y en el Principado de Asturias; en México el Centro Latinoamericano de Filosofía para Niños, en Costa Rica también existe el programa Filosofía para Niños en el Hogar Niño Jesús, así como en Polonia, Rusia, Australia, Holanda y en más de 30 países.
Los objetivos de este programa se sintetizan en: A) Promover el sentido de comunidad como preparación para una sociedad democrática. B) Cultivar las habilidades de diálogo, investigación reflexiva y del buen juicio, y C) Promover el pensamiento crítico (propio de la creación artística) y el pensar cuidante (ligado a las emociones, pensamiento afectivo).
Otro capítulo importante son los contenidos clasificados en tres partes. A saber: 1. FPN y el modelo educativo tradicional. 2. Hacia un nuevo modelo de aprendizaje. 3. La importancia de la educación en valores. Transcribo a continuación el contenido No.1, es decir, FPN y el modelo educativo tradicional, del capítulo La Filosofía en el aula:
“Una meta de la educación es liberar a los estudiantes de hábitos mentales que no son críticos, que no cuestionan nada, para que así, puedan desarrollar mejor la habilidad de pensar por sí mismos, descubrir su propia orientación ante el mundo y, cuando estén listos para ello, desarrollar su propio conjunto de creencias acerca del mundo. No podemos esperar que los niños se respeten a sí mismos como personas a menos que hayan aprendido a utilizar de manera óptima los poderes creativos e intelectuales con los que están equipados. Todo niño debería ser alentado a desarrollar y articular su propio modo de ver las cosas”. (Pág. 171)
En futuras entregas me referiré a otros aspectos de este programa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario