El Cañero

8 de octubre de 2020

La República Dominicana atrapada en medio de la irracionalidad del Gobierno y la hipocresía del PLD.

 Por LA REDACCIÓN La Republica

El Gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y quien lo preside, el presidente Luis Abinader, acaban de cometer su primera gran torpeza con la elaboración de un presupuesto que carga a los más pobres y a la clase media como si se tratara de una irracionalidad  de los grupos económicos enquistados en el Palacio Nacional, cuyas intenciones  han generado una reacción inmediata de la gente a través de las redes sociales.

El presupuesto, que alcanza la suma de un billón 37,842.3 millones de pesos,  grava la compra nacional e internacional que se haga a través del internet, el sueldo número trece en favor de los trabajadores, entre otros renglones, lo cual aumenta la presión tributaria en contra de los que menos tienen que siempre son los que pagan el impuesto  al consumo en vez de aumentar la carga impositiva  a las grandes ganancias como tanto se ha repetido en el país.

Lo gracioso de la irracionalidad del Gobierno, el cual parece no dar pie con bola, es el hecho de que las principales críticas provienen de algunos legisladores y exfuncionarios de la administración peledeísta, quienes sostienen que el hecho de que las autoridades hayan colocado tres mil ochocientos millones de dólares en bonos soberanos es la mejor demostración de que el PLD dejó una economía saneada.

Los que así hablan son el exministro de Hacienda, Donald Guerrero, el diputado Gustavo Sánchez y el senador por la provincia de Elías Piña, Iván  Lorenzo, quienes enfrentaron las intenciones del Gobierno de Luis Abinader de colocar una serie de impuestos a los que menos pueden, pero principalmente a una clase media que ha sido la más golpeada cada vez que se quiere buscar recursos donde no hay.

De igual modo, rechazaron las fuentes de ingresos del nuevo presupuesto, la senadora Faride Raful y el diputado Jorge Orlando Villegas, ambos legisladores perremeístas por el Distrito Nacional, quienes fueron acusados de inmediato por Eilyn Beltrán, asistente del jefe de Estado, de hipócritas, lo cual podría interpretarse que la reacción de éste proviene de un mandato del mandatario.

La acusación del asistente presidencial fue de que ambos legisladores son unos hipócritas, lo cual parece tener que ver con alguna otra acción de esta senadora y del diputado del PRM que le salieron al frente a las pretensiones del Gobierno, pero que  cualquiera podría atribuir la reacción del funcionario palaciego a algunos de los nombramientos con vínculos filial  con Faride y Villegas, ya que ambos tienen prácticamente toda  su familia nombrada en el actual Gobierno.

Faride tiene a su padre Tony Raful como diputado ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), la propia legisladora que es senadora  en representación del  Distrito Nacional y otro hijo del viejo dirigente perremeístas como cónsul en Suramérica.

En lo que respecta a Villegas éste tiene a su padre como Ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, su tía, Leticia, como viceministra del Ministerio de la Presidencia y a la madre del diputado como embajadora en Brasil, lo cual quiere decir que no debían adoptar esa actitud beligerante en contra del presupuesto que serviría para buscar el dinero para el pago de estos funcionarios.

Pero además lo dicho por el asistente del presidente Abinader podría implicar también que algo tienen ellos que ver con el nombramiento en el Gobierno de sus familiares, pero esto sólo se trata de una simple deducción del boche dado por el funcionario palaciego, cuya reacción también podría generar  una cierta confrontación entre el Congreso y el Poder Ejecutivo.

Lo que más ha sorprendido de todo esto es que el presidente en su tiempo de candidato presidencial del PRM siempre dijo que se opondría a la creación de nuevos impuestos en la República Dominicana, máxime  en contra de los trabajadores y la clase media sobre quienes descansa principalmente  la presión tributaria, ya que la misma está dirigida a gravar  al consumo y no a las grandes ganancias.

Sin embargo, todavía son muchas las cosas que podrían ocurrir en virtud de que nadie tiene la menor duda de que el Gobierno del PRM y de Luis Abinader ha sido entregado en cuerpo y alma a unos grupos económicos que tradicionalmente sólo han sabido tener grandes ganancias económicas sobre la base del empobrecimiento de los sectores más vulnerables de la sociedad.

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