William Gardon
Los primeros 100 días de gobierno son el 6% de un mandato de cuatro años. En tan corto plazo, no es mucho lo que puede lograrse en términos de concretar objetivos estratégicos de política ni lo que puede decirse sobre el futuro desempeño del gobierno.
Pero esos primeros días tienen un significado
simbólico y son interpretados muchas veces como un barómetro del poder de un
presidente entrante.
16 años ininterrumpidos de un partido que supo
aquilatar el poder, en su máxima expresión, acomodar la justicia, y el
entramado de estado a su antojo, era lógico que en apenas 50 días de gobierno,
estallaran en cólera, ante las grandes decisiones que está tomando el joven
gobierno.
Pero aquí podemos ver dos variables a tomar en
cuenta, una es la sed de anarquía que acompañan las ganas de un PLD, saliente
para que el gobierno estalle y la segunda, el protagonismo de elementos de las
redes sociales que de verdad se han creído que ellos lograron el cambio, sin
dejar de un lado que fueron parte importante del mismo.
El cambio se logró por el trabajo tesonero de un
candidato, que aun siendo vejado por cualquier cantidad de epítetos, logro en
su momento sacar de abajo para acompañar las ilusiones de un pueblo que quería
cambios y vio en Luis Abinader la oportunidad de concretarlas
Todo esto acompañado de un PRM, decidido a llegar al
poder, cansado de ser pisoteado por el partido de gobierno.
Lo que vemos en estos días son pretensiones de estos
dos grupos de querer forzar y demostrar que tienen el poder de desestabilizar
nuestra democracia.
Que sepan ellos que hay un pueblo dispuesto a
defender con uñas y dientes esta gestión y a su presidente Luis Abinader, el
cual heredo un país, quebrado y con la crisis sanitaria más grande en cien
años.
El cambio se dio y continuara…
No hay comentarios:
Publicar un comentario