Juan Cruz Triffolio y Claudio Caamaño Vélez |
Por Juan Cruz
Triffolio
Algunos allegados
nos han cuestionado sobre quién podría ser la persona a ocupar la vacante
legislativa perremeísta permutada, hace unos días, por la honorable diputada Josefa Castillo a cambio
de la Superintendencia de Seguros.
Admitimos que de
inmediato y sin necesidad de hacer un profundo ejercicio mental concluimos que
el prospecto ideal para asumir con dignidad y formación política esa
responsabilidad congresual bien podría ser el dinámico y emprendedor Claudio
Caamaño Vélez.
Y que conste, no se
trató de una reacción emotiva y complaciente porque a decir verdad, el joven
Caamaño Vélez ha dado incontables ejemplos de ser un dominicano, quien pese a
su juventud y su peculiar comportamiento, es un espartano luchador en defensa de
las más nobles y dignificantes reivindicaciones nacionales.
Algo más, tan
pronto como fue posible una alianza con el Partido Revolucionario Moderno
–PRM-, se empleó a fondo, en cuerpo y alma, al trabajo político tesonero en
procura de convertir en realidad la presencia presidencial del licenciado Luis
Abinader Corona, en el palacio nacional.
Como aspirante a
diputado, en la circunscripción más extensa de Santo Domingo Este, Caamaño
Vélez desarrolló una jornada electoral sin tregua que, a no ser por las triquiñuelas
del organismo municipal llamado a actuar con equidad y justicia, en los
actuales momentos, hubiese pasado a convertirse en uno de los más aguerridos,
creativos y productivos representantes de la denominada cámara bajo en el
Congreso Nacional.
La expresión
convincente de lo anteriormente expuesto se evidencia en el hecho de que, aun
con todos los obstáculos que tuvo que enfrentar Claudio Caamaño Vélez con el
organismo comicial de la demarcación en referencia, la cantidad de votos
sufragados y cuantificados a su favor terminó proyectándolo como el aspirante a
diputado del PRM y aliados con la mayor cantidad adeptos en la circunscripción
oriental ya mencionada.
Conocida esa
realidad irrefutable y teniendo en cuenta de que hasta el momento Caamaño Vélez
no ha sido correspondido en justicia por el recién juramentado Presidente de la
República, Luis Abinader, para formar parte de su equipo de gobernanza, ante la
salida de la expresiva diputada Josefa Castillo del Congreso Nacional, lo
prudente quizás sería que el conocido ¨hijo del inolvidable guerrillero de
Caracoles¨, fuera designado por la cúpula del PRM y el aval del nuevo
mandatario para ocupar la sugerida posición pública legislativa.
Teniendo en cuenta
la coincidencia del escenario político en que tanto Josefa como Claudio han
logrado descollar como dirigentes partidarios es lógico considerar que una
atinada decisión, como la ya sugerida, además de evitar conjeturas vinculadas
al nepotismo, resaltaría un sentimiento y pluralidad política merecedora de los
más valiosos elogios y ovaciones de la mayoría de la militancia perremeísta.
En definitiva, la
escogencia y juramentación de Claudio Caamaño Vélez en la posición legislativa
de Josefa Castillo, implicaría un reconocimiento a la juventud, con sus
diversos matices generacionales, que procura aportar, significativamente, al
desarrollo socioeconómico, político y cultural de la nación dominicana y al
establecimiento y práctica de un nuevo modelo del ejercicio y visión, sin exclusiones, en las lides de los partidos
y la deseada democracia nacional.
No hay tiempo que
perder, es hora del cambio…
Qué empiece la
acción...
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