Por Luis de la
Torre
(Especial para la
revista ¡AHORA! No. 10 de Junio 15 de 1962)
Apresan a Ernesto
Ernesto de la Maza
era agrónomo, habiendo estudiado agricultura en la escuela técnica de moca. Era
partidario de la reforma agraria y protestaba por los numerosos impuestos que
estrangulaban la precaria economía del dominicano, principalmente del
Campesinado.
En la madrugada del
31 de mayo varios vehículos militares se presentaron en su residencia de La
Vega, trasladándolo a la 40, allí, Clodoveo Ortiz, uno de los mas sanguinario
esbirros de la tiranía, acompañado de un “acoplado equipo de ayudantes”, lo
torturo bárbaramente asesinándolo después. Su cuerpo no apareció jamás.
Mario y Bolívar en poder de Petan
Casi al mismo
tiempo que caía Ernesto, Petan Trujillo, como jefe del Ejército Nacional en el
Cibao, con asiento en La Vega, ordenaba la captura de Mario y Bolívar de la
Maza. Al primero lo apresaron en la finca de arroz que Ernesto poseía en la sesión
de Jima Abajo, provincia de La Vega, y al segundo en la casa de campo de don
Vicente, situada en la sesión El Caimito de Moca.
Ambos hermanos
fueron conducidos ante Petan, quien los maltrato de palabras, enviándolo luego
a un calabozo, donde estaban los doctores Rosario, García, Vásquez y el resto
del grupo que fue trasladado después a El Nueve.
Los prisioneros
fueron mantenidos durante todo el día 31 sin agua ni comida. A las 9 de la
noche de ese día, una patrulla de soldados, en traje de campaña, saco a Mario
de la celda; pocos minutos después Bolívar corría la misma suerte. La impresión
que tienen sus compañeros de prisión, es la de que ambos hermanos fueron
ultimados a palos en el patio de la fortaleza y enterrados allí mismos.
Investigaciones posteriores
realizadas con fuerza a las presunciones de los que compartieron con Mario y Bolívar
sus últimos momentos. En la fortaleza vegana se encontraban acompañando a Petan
los mayores Montas y Kusnher Castellanos, este último pariente político de
Virgilio García Trujillo. (Continuara)
No hay comentarios:
Publicar un comentario