31 de diciembre de 2008

Cuba celebra los 50 años de revolución

Después de casi siete años de dictadura, el general Fulgencio Batista acababa de huir a República Dominicana acogido por otro tirano, Rafael Leónidas Trujillo. En la noche del 1 al 2 de enero de 1959, un Fidel Castro de 32 años proclama el triunfo de la revolución en el balcón del Ayuntamiento de Santiago de Cuba, la segunda ciudad de la isla.
«El poder no me interesa, ni pienso ocuparlo, velaré sólo porque no se frustre el sacrificio de tantos compatriotas, sea cual fuere mi destino posterior», pronunció entonces el líder de los «barbudos» de Sierra Maestra. Pasado medio siglo, la realidad es que Fidel Castro es «el poder en la sombra» de una dictadura presidida por su hermano menor y compañero en las filas guerrilleras, Raúl, de 77 años.
Una grave enfermedad intestinal obligó en julio de 2006 al todavía hoy primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) a delegar sus cargos en el eterno «número dos» del régimen, que oficialmente ocupa la Presidencia cubana desde el 24 de febrero de 2008. Mientras la isla soporta una crisis económica crónica fruto del descomunal bloqueo.
Cinco décadas después, bajo un bloqueo injusto interpuesto por los Estados Unidos, en la que ha nacido el 70 por ciento de los once millones de cubanos, la misma gerontocracia, los históricos de Sierra Maestra, aunque sin barba, siguen en el poder tres ejemplos vivientes. El primer vicepresidente, José Ramón Machado Ventura, de 78 años, y los también vicepresidentes y generales Julio Casas Regueiro, de 72, y Abelardo Colomé Ibarra, de 69, quienes estuvieron bajo las órdenes de Raúl Castro en el II Frente Oriental.

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