Por Augusto Álvarez – Relámpago Informativo
Al pensar en el Estado, algunas exigencias de ejecutivos y profesores deberán ser vistas con ojos de águilas.
Los educadores han decidido buscarse los
suyos, olvidando a un aliado tradicional (los estudiantes), encharcados y
patinando en lo seco.
Llama a la curiosidad que los profesores
estén buscando los suyos, mientras sus aliados tradicionales (los alumnos),
esperan por los educadores.
El monto de 300 mil pesos y un menudito como
pensión de por vida para un rector que termina, quizás no sea mucho, pero hasta
terrenos del Estado (no de la UASD), estarían enredados en las propiedades de
profesores.
Mientras los profesores reclaman y los
estudiantes exigen, preguntamos, ¿qué cuesta un servicio de comida a los
estudiantes? Créalo: 5 pesos. Leyó bien, 5 pesos.
¿Ha explorado la actual gestión de la UASD
producir un incremento en el costo de la comida que sirve? Pues 5 pesos. es una
vergüenza.
Todavía imponiendo una especie de colaboración de 50 pesos por la ración alimenticia, el parasitismo tendría otro ángulo de enfoque, y si aflora alguna resistencia, se cierra el comedor.
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