Por Redacción |
Social Media Marketing
El festival se
convirtió en el timo del año: antes habían logrado despertar mucho interés
gracias a una eficiente estrategia con influencers
Iba a ser uno de
los grandes festivales de 2017. El Fyre Festival iba a convertir una isla de
las Bahamas en el escenario y el espacio total de un festival de música. La
idea que vendía era la de una experiencia de ensueño. Vendían una especie de
paquetes de entrada y alojamiento que permitían pasar unos días en la isla,
dormir en espacios de ensueño y tener una experiencia memorable.
Cuando llegó el
momento de la verdad, en el mes de abril de ese año, se destapó la mentira. Los
asistentes, que habían pagado entre 1.000 y 12.000 dólares por la experiencia,
se encontraron con tiendas de campaña de rescate para damnificados de los
huracanes (e inundadas por las lluvias del día anterior) y con que todo estaba
muy lejos de ser el paraíso esperado. La isla de ensueño privada era, en
realidad, un terreno casi en obras en una esquina de una de las islas de las
Bahamas. Los asistentes se quedaron varados en tierra de nadie, cuando el
festival fue cancelado ante el pico de críticas y los motines tras su llegada a
la zona, y los vuelos fueron cancelados en el aeropuerto local.
La historia del
Fyre Festival se convirtió entonces en material para memes, artículos online y
no pocas opiniones paternalistas sobre dramas millennials. El festival en el
paraíso se había convertido en el timo del año.
Ahora, dos años
más tarde, es el protagonista de una guerra de documentales. Hulu y Netflix han
estrenado al mismo tiempo sus documentales sobre la historia y sobre cómo se
llegó a ese estado de las cosas. Sin embargo, y como se puede concluir tras ver
el documental de Netflix, el caso del festival y de todo el timo asociado puede
ayudar a comprender el estado de las cosas en lo que a marketing con
influencers toca y los riesgos asociados.
El documental de
Netflix cuenta con la colaboración de la agencia que se encargó de gestionar la
campaña en redes sociales, lo que permite seguir la trastienda de lo que
ocurría en ese terreno.
Fyre Festival se
convirtió en el festival del momento y generó todo ese hype previo porque
detrás tuvo una muy eficiente campaña de marketing con influencers.
Antes de hacer
nada, antes ni siquiera de pensar en el cartel o de fichar a profesionales en
organización de eventos, llevaron a varias modelos de primera línea y con gran
tirón en Instagram a la isla en la que, al principio, se iba a hacer el
festival. Con ellas no solo grabaron el vídeo promocional del festival, sino
que también hicieron que lanzasen mensajes todo el tiempo sobre la isla y que
fuesen creando expectativas. Lo hacían además sin dejar claro que aquello era
publicidad, lo que ayudó a impulsar más el hype.
Cuando lanzaron el
primer teaser claramente oficial, un cuadrado naranja, habían ya generado un
hype importantísimo. Cuando desvelaron de qué iba todo aquello, el festival
vivió una explosión de popularidad. La agencia de social media marketing
reconoce en el documental que nunca habían visto nada igual.
De hecho, la
conexión entre las influencers que habían asentado la idea del festival y el
propio festival fue tan estrecha que algunas de ellas acabaron pidiendo
públicamente perdón por haber sido parte de lo que había hecho que se hiciese
tan conocido. Ahora, años después, han tenido que declarar ante la justicia por
el tema e incluso, en algunos casos, están navegando en aguas más profundas
porque promocionaron de forma directa la venta de entradas, con códigos de
descuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario