Por El Nacional
En las últimas horas habían circulado versiones de que era inminente la detención por supuestos actos de corrupción de exfuncionarios del gobierno de Danilo Medina.
La sorpresa ha sido la categoría de los detenidos pues no se pensaba que
en el grupo podían figurar dos hermanos del exmandatario que se desconocía si
habían sido interrogados.
Además de Juan Alexis y Carmen Magalys Medina Sánchez sorprendió la
detención del exministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo. Los otros apresados
ayer en la primera cruzada para esclarecer el supuesto desvío de recursos
públicos son los exdirectores de la desaparecida Oficina de Ingenieros
Supervisores de Obras del Estado (Oisoe), Francisco Pagán, y Fernando Rosa, del
Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (Fonper). La señora Medina Sánchez
era subdirectora del Fonper.
La Procuraduría General de la República dice que los apresados
“aprovecharon vínculos familiares con el poder político para acumular fortunas
durante el pasado Gobierno”.
En torno a las detenciones sobra confiar en que no se trata de una
acción para entretener a la opinión pública ni una acción retaliatoria.
Pero tampoco que sean los únicos perseguidos por supuesto privilegio
como proveedores, testaferrato y enriquecimiento ilícito. Además del daño a la
reputación de los detenidos sería un duro golpe para el sistema institucional.
No puede haber excepciones si en verdad se persigue combatir la corrupción
administrativa.
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