Por Andrea Rodriguez
y Peter Orsi Associated Press
LA HABANA.- En las
semanas que siguieron al histórico anuncio de la reanudación de relaciones
diplomáticas entre Washington y La Habana, las reservas de viaje de un operador
turístico de Nueva York a la isla aumentó en 57%. En febrero en 187% y en lo
que va de marzo, en un 250%.
El auge de los viajes
apenas constituye un ejemplo de cómo muchos estadounidenses quieren venir a
Cuba, la isla prohibida, y verla antes de que los cafés Starbucks se instalen
en La Habana Vieja, los carteles de Coca Cola decoren sus edificios y se
pierdan los autos clásicos que ruedan por el Malecón.
Una sensación que
también comparten los turistas del mundo que prevén que el deshielo entre los
dos países atraerá una invasión de turistas estadounidenses por lo que se
apresuran, por estos días, a conseguir vuelos y habitaciones de hotel.
"Pensamos que si
las cosas se relajan, puede convertirse en otra sucursal de La Florida",
dijo Thomas Mieszkowski, un turista de 28 años procedente de Gran Bretaña.
"Así que hay una especie de sensación de que antes de que las cosas se
abran y se comercialicen, nos gustaría ver cómo es".
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