Por Guido Riggio Pou
Nos resulta extraño y
sospechoso que ahora Tribunal Constitucional se muestre tan sensible, tan
presto y afanado en rechazar “la presión”, la ingerencia que le hace director
de Aduanas Fernando Fernández en el caso de los rayos X. Inclusive se ha
precipitado y ha condenado al director en un juicio muy extrañó, con sentencia
precipitada, inconstitucional, no contemplado en sus reglamentos.
Su “reacción a la
presión”, a la ingerencia de este funcionario, contrasta grandemente con el
hecho de que en un reciente Tedeum auspiciado por el propio Tribunal Constitucional
el Cardenal López Rodríguez se atrevió a presionar a los jueces presentes,
arengándolos sin sonrojo, citamos:
“Alertó a los jueces
constitucionales de que en los próximos días un grupo de instituciones y
personas que no están de acuerdo con la decisión y promulgación de esa nuevo
Código Penal, llevarán al TC un recurso de inconstitucionalidad contra esa
legislación, con el que el que se identifica y apoya totalmente.”
Y me pregunto…
¿Por qué el Tribunal
no le rechazó al Cardenal LP esta bochornosa arenga pública que les hizo
tratándolos como meros vasallos? ¿Qué ascendencia tiene este prelado sobre los
jueces para atreverse a darles estas vergonzosas instrucciones? ¿Por qué en la
ocasión el presidente del Tribunal no rechazó “la presión” del cardenal con la
misma vehemencia que hoy rechaza la presión del director de aduanas por los
rayos X? ¿Acaso no se trata de presiones e injerencias?
Ni siquiera se tomó
en cuenta de que, mientras el Cardenal se preocupaba por defender los intereses
de su Iglesia, el señor Fernández se preocupaba por los intereses nacionales,
por la seguridad, por la soberanía del Estado dominicano, la que éste debe
ejercer sobre el territorio nacional y la que afecta a Estados aliados. La
misma soberanía nacional que el propio Tribunal dice defender con su mostrenca
sentencia racista, inhumana y arbitraria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario