RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
Rafael Peralta Romero |
El Diccionario del español dominicano dedica tres páginas a la lista de expresiones
formadas con el verbo “coger”. Con ello
he descubierto la principal falla de esa publicación de la Academia Dominicana
de la Lengua y la Fundación Guzmán Ariza: falta la locución “coger corte”, que
tanto sabor criollo encierra.
En la década pasada, una diputada puso en el tapete la frase. No la vi al
hablar, pero la imagino con la mano izquierda en la cintura y el índice de la derecha
hacia arriba mientras proclamaba: “Yo no cojo corte, sólo recibo órdenes
de la Máximo Gómez 25, parte atrás”. Ahí vivía su líder, Joaquín Balaguer. Ella
presidía la Cámara de Diputados.
Que el Diccionario
de la Real Academia se ocupe del asunto, ni pensarlo, al menos en la edición de
2014, presentada formalmente en República Dominicana este
jueves 5 de febrero. Pero la expresión adquiere otra dimensión a partir de
su empleo por el presidente del Tribunal Constitucional, el académico Milton
Ray Guevara.
El doctor Ray dijo al Listín Diario (2-2-2015) que “no coge corte”,
ni “coge presión” de nadie; que es responsable de sus actos y que está
dispuesto a afrontar sus consecuencias.
Parece que la expresión solo se usa en forma negativa. Nadie confiesa
que coja corte, siempre se advierte que quien habla no incurre en tal práctica.
Mi cortedad de
entendimiento me impide acceder a todo el valor semántico de la expresión. Especulo que
“no coger corte” es como estar inmune de maldades, blindado a
las críticas, protegido de la peste que devasta
en la noche y de las flechas que amenazan en el día, como reza el popular salmo 90 (Vg). Algunos dejan su
Biblia abierta en la página de este salmo.
¿O será que
quien proclama “no cojo
corte” estará expresando lo mismo que quien dice: “yo
no le como pendejá a nadie”? Luís
Díaz cantaba respecto del mítico
Liborio: “Dicen que Liborio es malo/ Liborio no es malo na/ a Liborio lo que le
pasa es que no come pendejá”. Este
genial artista llevó con maestría el
lenguaje de la calle a su música.
Corte es palabra
polisémica. El Diccionario la define como acción de cortar, herida. Corte es la
residencia de los soberanos -Dios nos
libre de esa peste-. Corte es también un organismo arbitral, ejemplo: la Corte
Constitucional. Los historiadores llaman “corte” a la matanza de haitianos
ordenada en 1937 por un tirano que no
cogía corte.
Que no pase con “no cojo corte” como ocurrió cuando la
usó la diputada llanera. Los académicos de la lengua deben prestar atención a
tal registro lexical en boca del
magistrado Ray. Es una excelente cita de autoridad para ingresar al Diccionario
fraseológico que prepara la Academia Dominicana de la Lengua. Este uso “fija y
da esplendor” a la expresión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario