Hace un par de días la vimos junto a
los reyes con un vestido brillante en la recepción de bienvenida a los miembros
de la Cumbre del Cambio Climático y anoche, la pareja presidencial viajó a
Londres.
POR MARTA MARTÍNEZ TATO - Vanity Fair
Begoña Gómez, quien ha mantenido un
perfil bajo durante toda la campaña, ha retomado en los últimos días todo el
protagonismo propio de una primera dama acompañando a Pedro Sánchez a algunas
citas importantes. La primera tuvo lugar el lunes por la noche en el Palacio
Real de Madrid donde, junto a los reyes, dieron la bienvenida a los asistentes
a la Cumbre del Cambio Climático celebrada estos días en la capital. Allí la
vimos con un vestido de lúrex de rayas multicolor y de pronunciado escote. Un
estilo moderno y muy ‘moda’ que es habitual en Gómez, firme defensora de la
moda española.
La pareja viajó a Londres para asistir
a la conferencia del 70 aniversario de la OTAN. Allí hemos podido ver un cambio
de look de la ‘primera dama’ española, no solo por su vestido sino también y
sobre todo por su pelo. El cambio radical de estilo ha llamado la atención.
Begoña Gómez eligió para la ocasión un
vestido de color rosa palo, con mangas abullonadas y cintura marcada. Un diseño
de marcado corte romántico por lo vaporoso de su diseño y por la silueta
delicada. Llevó una cartera de mano a juego y unos pendientes de brillantes y
perlas.
Acostumbrados a verla con la melena
suelta y raya en medio, un estilo informal y actual, sorprendió con un peinado
de corte más clásico, con raya al lado, más lisa que de costumbre y con gran
parte de su flequillo cayendo sobre el rostro.
Begoña Gómez ha estado inmersa en los
últimos meses en su nuevo proyecto profesional. Desde que fue nombrada
directora del Centro de Estudios Africanos del Instituto de Empresa, ha viajado
de forma continua, tanto al continente africano como a otras ciudades europeas,
asistiendo a diferentes encuentros, reuniones y conferencias. Un trabajo que la
tiene totalmente ocupada y que sería una de las razones por la que durante la
última campaña tuviera menos presencia. Solo la vimos el día de las elecciones
cuando se supo que Pedro Sánchez era ganador y lo hizo como es ya habitual con
el color corporativo del PSOE, el rojo, más sonriente que nunca.
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