RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
El domingo seis, los dominicanos asistimos a elecciones primarias para
escoger los candidatos a cargos
electivos en los comicios municipales,
congresuales y presidenciales a efectuarse
en febrero y mayo de 2020. Participaron solo los dos partidos mayoritarios:
PLD, partido del Gobierno y el PRM (Partido Revolucionario Moderno).
El PRM escogió en santa paz al economista Luis Abinader como candidato
presidencial, quien contendió con el expresidente Hipólito Mejía, ducho
político probado en muchas batallas.
Pero lo que ha estremecido la conciencia nacional es la ferocidad de la competencia en el PLD, dado el antagonismo
entre las dos facciones que se disputan
el poder.
El dispendio de recursos para comprar o neutralizar voluntades ha sido visto por muchos. Tanto duele que
haya personas dispuestas a despojarse de
su dignidad, vendiendo su cédula de identidad y electoral, como que
eso se haga, como se hizo el domingo,
con recursos del Estado. El Gobierno todo se involucró en estas acciones nefastas.
El presidente Danilo Medina y sus funcionarios se lanzaron a las calles
a buscar votos para Gonzalo Castillo, recién inventado como político, a quien
el mandatario quiere dejar como sucesor,
a sabiendas de sus limitaciones personales y demostrada incompetencia para tan
compleja función. Medina no ha escatimado esfuerzos para ese fin.
La muestra más pequeña de lo que ha ocurrido en nuestro país, con su
carga de abuso y desvergüenza, se reseña
en nota de un solo párrafo divulgada el
pasado miércoles por el diario Hoy. El título dice: “Fondos Estado, Peguero
Méndez habría usado erario contra Gonzalo”. El breve texto noticioso informa lo
siguiente:
“Dirigentes de la corriente danilista cuestionaron la actitud del
presidente del Partido Popular Cristiano, Héctor Rafael Peguero Méndez, a quien
acusan de utilizar recursos del Instituto para el Desarrollo del Suroeste
contra el candidato oficial de esa corriente, Gonzalo Castillo y a favor del
expresidente Leonel Fernández. Manolín Echenique Ferreras, vocero, calificó de
alta traición la actitud”. (Hoy, pág.8).
Como bien se aprecia, el señor Echenique, seguidor del Presidente,
reprocha a un servidor púbico haber
usado –según sus palabras- recursos del
Estado para favorecer a un aspirante presidencial –Fernández- que no es el preferido del gobernante. La crítica se
origina en que los dineros no se emplearon para favorecer a uno, sino a otro.
Así anda la sociedad dominicana. Pero no ha ocurrido por generación
espontánea, pues toda causa tiene su concausa. El modelo de gobierno peledeísta ha sembrado la nociva semilla de la desvergüenza. Ellos
entienden que todo les está permitido, incluido lo que prohíben la ley y la
ética. Falta pudor, sobra desfachatez, igual a
inverecundia.
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