RAFAEL PERALTA
ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
La realización de
la 22ª Feria Internacional del Libro 2019 en la zona colonial de Santo Domingo
ha obedecido a la inhabilitación que afecta a la Plaza de la Cultura, por las
reconstrucciones físicas que se aplican allí, que es el espacio habitual,- por
demás adecuado y pertinente- para alojar la magna celebración anual.
Sin embargo, se ha
suscitado una tendencia, movida por la fascinación que suele despertar la
vetusta ciudad intramuros. Muchos opinan que la Feria debe quedarse en la cuna
de las primacías continentales. El escritor Miguel Solano ha remitido un
comentario sobre el particular, el cual, aunque no compartimos totalmente,
reproducimos a continuación:
¡Podría funcionar!
La idea de que la Feria Internacional del libro Santo Domingo... se instale,
definitivamente, en la Zona Colonial parece bellísima y podría funcionar muy
bien. Con todos los escritores que he conversado sobre la idea se han sentido
fascinados. Hay un desafío gerencial que necesita ser resuelto: Eduardo Selman
y Ruth Herrera tienen que irse. A Ruth yo la pondría en el Faro a Colón. A
Eduardo Selman hay que dejarlo disfrutar de su papel de bisabuelo.
Hay que llevar una
línea del metro con parada en la cabeza de la calle El Conde, algo sencillo que
si lo coordinamos con el embajador chino, en 30 días está hecho.
Hay que coordinar
con los operadores turísticos para que empiecen a vender paquetes a los
intelectuales del mundo de manera que cuadren sus vacaciones y visiten la Zona
Colonial en la época de la Feria.
Hay que coordinar
con los guías turísticos para que introduzcan y orienten a los turistas en la
literatura quisqueyana y lo lleven a conversar y recibir libros firmados por
los autores. ¡Millares de turistas se sentirían agasajados!
Hay que llenar la
Zona Colonial de caobas. No tiene sentido que la Fortaleza y la Plaza España
parezcan desiertos. Si sembramos de caobas la Fortaleza todos los estands de
los autores, editoriales, libreros pueden colocarse allí. Si sembramos de
caobas la Plaza España, todas las fundaciones y grupos especiales pueden ser
colocados allí y allí podrían seguirse realizando grandes espectáculos.
En la Zona Colonial
hay demasiados edificios abandonados. Se sabe que están podridos y que el costo
de restauración es, por lo menos, cinco veces superior al de derrumbe y nueva
construcción. ¡Derribar y construir parqueos, tanto para residentes como para
visitantes!
Llenar la Zona
Colonial de caobas, parqueos y libros puede ser la riqueza que ha estado
esperando. Miguel Solano.
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