El Cañero

10 de mayo de 2019

A propósito de Gilbert


Voces y ecos
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
La última vez que  el poeta Víctor Villegas (septiembre 1924- abril  2011) se quejaría  de su dolor por la imposibilidad  de recordar  y localizar el poema que  escribiera en el vientre de su madre, ¡antes de su nacimiento!, ocurrió en septiembre de 2004. Nadie sabe cuántas veces  había expresado esa quejumbre.
Ese día, tomando  café en la calle El Conde, le cambié el discurso cuando le dije, a modo de revelación: “Ya se sabe cuál fue el poema que usted compuso desde el vientre de su madre”.  Quedó azorado y atento. “Yo lo recuperé –le dije- usted se lo dedicó a Gregorio Urbano Gilbert, por su hazaña  en el muelle de San Pedro de Macorís”.
En 1916,  cuando se aproximaba al puerto macorisano un buque  de guerra estadounidense,  como parte de la afrentosa ocupación militar,  Gilbert se presentó allí, solo, armado de un simple revólver que descargó sobre los invasores.  Ajustició a un capitán que comandaba las tropas. Sobrevivió porque se echó a correr.
Luego fue a parar a Nicaragua  donde se unió a  la guerrilla del augusto general Sandino, que luchaba  para derrocar la  dictadura  de los Somoza, previo enfrentamiento a otra invasión gringa a esa nación centroamericana. En 1965, se produjo   nuevo atropello a la soberanía nacional por parte de los gringos. Y ahí  estuvo Gilbert combatiendo.
 La  pasada semana, la Cámara de Diputados aprobó en primera lectura un  proyecto de ley que  procura exaltar a Gregorio Urbano Gilbert a la condición de héroe nacional y consagra el 10 de enero  de cada año como “Día de Gregorio Urbano Gilbert”.  Antes que considerarlo tardío el homenaje, hay que saludar esta iniciativa, por justa y atinada.
Sometieron la pieza  los congresistas  Fidel Santana, Miriam Cabral, Fidelio Despradel y Radhamés Camacho, presidente de la Cámara de Diputados.  Ahora hay que velar para que el proyecto no sucumba bajo un alud de intereses  grupales y particulares que  circundan  el Congreso Nacional.
Gilbert nació en Puerto Plata, el 25 de mayo de 1898. Villegas nació en San Pedro de Macorís cuando terminaba la  primera ocupación gringa. El poema aparece en mi novela “Memorias de Enárboles Cuentes”, que es la biografía mítica de Víctor Villegas. Helo aquí:
Encomia mi poesía a Gregorio Gilbert/ y se regocija mi espíritu todo/ en este compueblano mío/ porque puso sagrado plomo /en el pecho del intruso / y con sangre de invasor / vengó la afrenta a la soberanía herida. /  En su proeza se solaza el pueblo/ y su nombre repercute por generaciones/ porque humilló a los engreídos / respondió la agresión de los bárbaros.

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