Voces y ecos
RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
El sociólogo Rafael
Hernández realiza un agudo enfoque en
torno a las acciones de la Policía y el
descrédito en el que esta ha incurrido. Por el valor que contiene cedemos nuestro
espacio a tan valiosa colaboración. Su
autor la ha titulado “La Policía y la transparencia de sus actuaciones”. A
continuación lo escrito por Hernández:
Hace tiempo que el país
perdió el control de su policía. Hace tiempo que los ciudadanos temblamos
aterrorizados cada vez que nos detiene una patrulla, porque ya nadie sabe quién
es quién en este infeliz país.
Estos se apuestan de
día y de noche en los lugares más a propósito para una emboscada. Es decir,
cuando el ciudadano dobla porque tiene que pasar por ahí obligatoriamente, lo
sorprenden unos sujetos uniformados tirados al medio de la calle y con sus
armas en alerta, como si hubieran encontrado al delincuente más peligroso, lo
detienen y ocurren muchas cosas inverosímiles. Los delincuentes les pasan una
papeleta de alta denominación y siguen por ahí tranquilos. En cambio, los
ciudadanos decentes y trabajadores, los que nunca sobornamos ni corrompemos,
pagamos la cuaba. Es a nosotros a quienes atacan y quieren allanar nuestros
vehículos a sabiendas de que no hay nada, pero lo hacen para presionarnos, de
una manera marcial, para obligarnos a que Ud. y yo les ofrezcamos dinero a
cambio de librarnos de esa maldita e indeseable tortura, que no sabemos en qué
ley de “seguridad nacional” se amparan para cometer estos atropellos.
Quiero sugerir al
Presidente de la República, al Director de la Policía y al Congreso Nacional,
se determine que cada agente en las calles lleve su nombre impreso o bordado en
el uniforme en lugar visible y que como primer paso se identifique con nombre y rango ante el ciudadano, además
de que su vehículo cargue una cámara que filme su actuación al igual que el
mismo agente porte la suya y se
establezca como norma que el ciudadano encienda su cámara en grabación y grabe
toda la actuación policial. Así en caso de discrepancia se cotejarían las tres
grabaciones. Simplemente propongo esto, porque los malos policías con que
cuenta esa institución a nivel nacional por sus pésimas actuaciones carecen de
la mínima autoridad frente a los ciudadanos y ya nadie cree en sus
palabras. Es una grave crisis de
credibilidad que tenemos en este país. Esto sale más barato que las
consecuencias de sus actuaciones, violatorias de derechos, libertades y
garantías ciudadanas.
Simplemente pido como
ciudadano que ha sido atracado por la propia policía, que se busque una forma
de transparentar sus actuaciones.
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