Por Robin Wright
Durante Unas vacaciones de golf en su resort
de Nueva Jersey, el presidente Trump firmó el lunes una orden ejecutiva para
volver a imponer sanciones económicas a Irán. Es el segundo de tres pasos
diseñados para obligar a la República Islámica a negociar un nuevo acuerdo para
restringir su programa nuclear -y detener una serie de otras actividades- o
enfrentar el aislamiento económico. El primer paso fue la decisión del
Presidente, en mayo, de abandonar el histórico acuerdo nuclear de 2015
negociado por la Administración Obama y otras cinco grandes potencias. Este
segundo paso, esta semana, impone medidas punitivas contra Irán y contra las
compañías extranjeras que hacen negocios con él en todo, desde automóviles y
aviones hasta pistachos y oro. También corta la capacidad de Teherán de usar el
dólar estadounidense, la moneda principal del sistema financiero internacional,
para cualquier transacción. El paso final -que se impondrá el 4 de noviembre,
el aniversario de la toma de posesión de la embajada de EE. UU. En Teherán-
sancionará todas las exportaciones petroleras iraníes a cualquier país y
cualquier importador. Está diseñado para reducir a cero la contribución de Irán
al mercado mundial de la energía.
En conjunto, los tres pasos terminan con un
breve respiro en las tensiones entre Washington y Teherán que datan de la
revolución de 1979. "Nuestra política se basa en una evaluación clara de
la dictadura iraní, su patrocinio del terrorismo y su continua agresión en
Medio Oriente y en todo el mundo", dijo Trump, en un comunicado emitido
por la Casa Blanca el lunes. Pidió a todas las naciones que aclaren que Irán
"enfrenta una elección: o cambiar su comportamiento amenazante y
desestabilizador y reintegrarse a la economía global, o continuar por un camino
de aislamiento económico".
La
pregunta ahora es qué país puede aguantar más tiempo.
Trump está desafiando a los otros cinco
signatarios del acuerdo de 2015 -Gran Bretaña, China, Francia, Alemania y
Rusia- que aún están comprometidos con el acuerdo nuclear. También está
ignorando la Resolución 2231 de la ONU, que el Consejo de Seguridad respaldó
por unanimidad. En una declaración conjunta, los ministros de Relaciones
Exteriores de Gran Bretaña, Francia, Alemania y la Unión Europea dijeron el
lunes que "lamentan profundamente" la decisión de Trump de hacer
retroceder las sanciones. El acuerdo, escribieron, es "crucial para la
seguridad de Europa, la región y el mundo entero". Más de dos años después
de su implementación, continuaron, está "cumpliendo su objetivo, es decir,
garantizar que el iraní el programa sigue siendo exclusivamente pacífico
", como confirmaron en once informes las inspecciones más estrictas jamás
impuestas a un país. Nivelar nuevas sanciones pone en peligro el incentivo de
Irán para cooperar.
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