En una de mis salidas de Santiago por la persecución que me asediaba la
policía al ser un opositor del régimen de facto del Triunvirato que derrocara
el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, un 25 de septiembre de
1963, esto sería en el mes de mayo del siguiente año o sea 1964.
Llegue a Santo Domingo y comencé a trabajar en un negocio en la calle Barahona
entre la Duarte y calle Castelar. Por coincidencia Conocí a un bombero que vivía
al frente de la calle Castelar en la parte trasera; un compañero me llevo a
dormir y comer a una de las llamadas pensiones de ese entonces de las cuales habían
varias en la Avenida Mella en la parte alta de los comercios.
Esta se encontraba entre las calles Duarte y José Martí, donde me encontraba el 11 de junio cherchando con
un grupo de compañeros de pensión cuando a eso de la Diez de la noche
comenzamos a oír explosiones por el lado de Villa Duarte, por San Soucci donde
estaba asentada la brigada 27 de febrero (Hoy 1ra. Brigada, luego de su
traslado al Km. 25 de la autopista Duarte) Ante el ruido de las explosiones creíamos
que era un levantamiento y subimos a la azotea de la casa y allí nos pusimos a
observar las pequeñas explosiones que estaban ocurriendo a la vez que se avivaba
el fuego en ese lado de Villa Duarte.
Luego se oían las sirenas de los camiones de Bomberos que se dirigían al
lugar y luego la gran Explosión; que nos recordó las fotos de las bombas de Hiroshima
y Nagasaki, en Japón durante la Segunda Guerra Mundial, aquella explosión hizo
una figura de un Hongo gigante que nos lanzó al suelo con su estruendo.
Las vidrieras de las avenidas Duarte y Mella se volvieron cristales
molidos y lo que allí se exhibía salió volando hacia las aceras y calles. Es difícil
describir el pavor y terror que se vivió en ese momento. Ruidos como de
disparos de armas fue lo que comenzó a sentirse alrededor de las 10 de la
noche. Se estremecieron los cimientos de la ciudad. Mucha gente salió a las
calles en ropa de dormir, descalzos. La detonación lanzó algunos contra las
paredes. Todos nos pusimos en guardia al oír las emisiones y avances de Radio
Mil Informando;
“EXPLOSION DEL POLVORIN DE VILLA DUARTE. La noche del 11 de junio de
1964 una serie de explosiones estremecieron a todo el sector de Villa Duarte y
zonas aledañas, causando 11 muertos y 120 heridos, además de la destrucción de
los cristales de las tiendas de la calle Del Conde y de las avenidas Duarte y
Mella del Distrito Nacional.” Se trataba del polvorín de la Base Naval 27 de
Febrero de la Marina de Guerra, cuya explosión se atribuyó en principio a un
sabotaje de rebeldes. Esas fueron las primeras
informaciones que recibimos.
Entre las primeras víctimas se encontraba el vecino de donde trabajaba:
Eladio Antonio Mayí Pérez, de 20 años, llevaba dos en ese Cuerpo. Era soltero.
Pertenecía a la brigada de rescate marítimo (hombres rana) de esa entidad. Esto
nos estremeció mas, ya que conocíamos al joven de 20 años del que supimos solo
se encontró el Torso del cadáver. Cada día que transcurría se anunciaba un
nuevo deceso. Aparte de las millonarias pérdidas materiales, al 14 de junio las
muertes se calculaban en 12 y los heridos en 109.
En 1965 el coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez acusó al general Elías
Wessin y Wessin de ser el causante de la explosión (El Caribe, 5 de noviembre
de 1965). Así recuerdo aquel suceso.
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