Rafael Torres
La historia de La Romana es interesante y a la vez compleja. Es a partir
de la instalación del Central Romana en 1911 que población que este pedacito
del Este comienza a ser poblado por gente de varias naciones y de todos los
rincones del país.
Las inmigraciones han seguido produciéndose a través de más de un siglo
y ha llegado a ser este pueblo con ínfulas de ciudad, un conglomerado humano
que aloja cerca de 400 mil habitantes que se desenvuelve en medio de un gran
desorden entre sus callejones, calles y avenidas.
Poca gente se conoce entre si y muchos conocidos de años atrás se pasan
años sin verse, viviendo en la misma ciudad. Llega más gente, muchas veces más
que la que sale.
Según se dice, creo que sin confirmación, apenas el 20 por ciento de la
población es nacida aquí.
Pero felizmente, se siente el orgullo de ser romanense. Lo sienten y lo
expresan los que decidimos quedarnos a echar el pleito aquí.
Y rinde tanto ese 20 por ciento, que muchos, muchísimos de los que han
emigrado a otros lares, se llevaron en su corazón a este pueblo que les vio
nacer y a la más mínima oportunidad, estén donde estén expresan con orgullo...
¡YO SOY DE LA ROMANA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario