RAFAEL PERALTA ROMERO
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RAFAEL PERALTA ROMERO |
Leí con entusiasmo, el último lunes de septiembre, la
entrevista con el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, publicada
por Diario Libre. Me gustó su declaración de que la “convocatoria de los
proyectos culturales es la obra más hermosa de esta gestión”. Se trata de un
programa de apoyo a proyectos culturales en todo el país.
Funcionarios y técnicos del ministerio visitaron todas
las regiones en busca de apoyar
manifestaciones destinadas a fortalecer nuestra cultura y la divulgación
de las artes. El propio Rodríguez dijo que entre 600 propuestas fueron
escogidas 192, las cuales recibirían
hasta un 70 por ciento del valor
presupuestado para su realización.
Pero parece que alguien –debería decirse también en plural- quiere afear lo que el
ministro considera su obra más hermosa. ¿Cómo lo hacen? Poniendo trabas a las
organizaciones culturales que realizan los trabajos que dan vida a los proyectos, a las cuales se
ha aprobado una determinada suma de dinero
que la burocracia no quiere soltar.
“¡Me quieren cubear, carajo!”, tituló el escritor
Sélvido Candelaria, un documento en el que explica las vicisitudes que le han
puesto a pasar funcionarios del Ministerio de Cultura en su afán de recuperar
el dinero invertido en la semana de la cultura, realizada el pasado
junio en Miches, municipio costero
de la región Este.
Tilda de cuberos
(timadores, mañosos…) a los servidores públicos responsables del regateo financiero.
Refiere que en septiembre de 2013,
participó en la Primera Convocatoria de
Proyectos Culturales auspiciada por la referida cartera. Artemiches era un
nombre bien reconocido y sus actividades concitaban respeto y reconocimiento.
Candelaria explica que su propuesta, aprobada por el Ministerio,
abarcaba siete componentes e implicaba una inversión de RD$1.446,095.00, de los
cuales, según los reglamentos, “podíamos optar por 1.012,266.5 (70%) en
recursos oficiales, pero solo solicitamos alrededor del 50%. El resto lo
aportarían las instituciones locales”.
A final de enero de 2014 se
convocó una reunión en el Palacio
Nacional para anunciar el arranque inmediato
de los 192 proyectos aceptados en todo el territorio nacional. Sin embargo,
el inicio de ese “arranque inmediato”
vino a darse en marzo con la
invitación de los interesados a un
taller sobre el “manejo” de los proyectos.
Candelaria ha hecho de todo para satisfacer los requisitos de la burocracia,
pero el dinero no aparece. Y presiente
el fin de la semana cultural de Miches, la principal actividad de
la organización que preside. Le
devuelven las facturas y los funcionarios lo evaden. Por eso
infiere que “están tratando de
cubearme”. ¿Sabe el ministro que le afean su obra?
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