Good… Bad Hair: Exposición Fotográfica de Jenny Polanco y Yael Duval
Jenny Polanco y Yael Duval
La Romana.- Luego de su estreno en La Romana, en la Galería de la Fundación Centro Cultural Altos de Chavón (15 de agosto – 8 de septiembre), la exposición fotográfica Good… Bad Hair de la renombrada diseñadora de moda Jenny Polanco y la fotógrafa Yael Duval se presentará en el marco de las actividades de DominicanaModa 2014 el próximo16 de octubre en Santo Domingo con unCocktail Chic en los locales de la boutiqueCasa Virginia (Av. Roberto Pastoriza255, Naco). En esta ocasión, todas lasmujeres asistentes están invitadas a exhibir su pelo natural.
La muestra bien logra contradecir la creencia popular dominicana de que el pelo crespo (típico de las razas africanas) corresponde a una especie de defecto congénito, una imperfección que la mujer afrodescendiente tiene que combatir con todos los remedios del salón de estética para lograr su aceptación social. La fotos de Duval revelan claramente que la belleza no depende del cabello, sea liso o rizado. Uno no es mejor que el otro, parecen decir las autoras, ambas con pelo crespo. El cabello, así como las prendas de Jenny Polanco que visten las modelos retratadas, se convierte en una fuente de expresión de la mujer, de su mutante feminidad. Por la libertad de ser, sin prejuicios sociales y raciales.
Para entender la actualidad del tema, vale recordar que este julio dos periodistas de Santo Domingo reclamaron al presidente de la Junta Central Electoral detener las “prácticas discriminatorias” contra las dominicanas de cabello crespo en los centros de cedulación del país. Las dos mujeres se quejaron de que unos empleados encargados de tomarles la foto para la cédula, en vez de limitarse a informarles que era necesario que su pelo no les cubriera el rostro, les requirieron alisarse el pelo con palabras muy poco cordiales.
Good… Bad Hair según Jenny Polanco
Esta muestra pretende, utilizando el arte y el diseño de moda como excusa, expresar el condicionamiento que El Pelo ejerce sobre nuestra imagen en la sociedad dominicana. En pleno siglo XXI, cuando somos cada vez más conscientes de la riqueza que significa la diversidad social, cultural y de razas, las nuevas generaciones todavía entran en conflicto con el hecho de aceptar que el pelo crespo también es sinónimo de belleza.
Yael y yo, como muchas mujeres en República Dominicana, hemos vivido este prejuicio, el de no tener el pelo lacio -o “bueno” en el argot popular-, lenguaje que denota la consideración de lo negativo y feo de uno y lo positivo y lindo del otro. Los códigos de aceptación están dirigidos a alejarse lo más posible de nuestras raíces africanas y mulatas, que compartimos la mayoría de la población dominicana.
Rolos, tubies, desrizados, extensiones y hasta pelucas son parte de los tortuosos rituales a los cuales fuimos sometidas durante nuestra infancia y adolescencia, y que todavía permanecen de una forma u otra en la manera que nos aceptamos a nosotras mismas, quizás por cumplir con lo que la mayoría espera que hagas: tener el pelo lacio a toda costa.
Expresiones como “caco de brillo”, “pajonúa” o “caco de locrio” forman parte de nuestra memoria y todavía hoy tenemos que lidiar a menudo con ellas en contextos donde el “pelo malo” todavía no es un código estético válido.
Es la primera vez que hablo de forma tan explícita en mi trabajo de una problemática que aun rige la mentalidad colectiva de las dominicanas y los dominicanos. A través del diseño de moda y la fotografía quiero transmitir mi experiencia de vida al respecto, es decir, hablar desde una perspectiva autobiográfica. (laromanabayahibenews.com)
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