Escribe: Isabella Wall
La hermandad entre mujeres es esencial para nuestro desarrollo durante esta nueva era. No creo que el accidente del nacimiento haga hermanos o hermanas. Ser hermano es una condición que hay que trabajar.- Maya Angelou
Las hermanas Isabella Martínez Wall y
Miriam
Martínez de Gautreaux “En la
hermandad esta
la fuerza”
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Siendo la hija chiquita por accidente de un papá que ya era bastante mayor para tener MAS hijos, como suele suceder, al llegar yo, papi tenia 4 hijos (3 barones y una hembra, reconocidos) y nietos grandes, a los que yo no vine a conocer bien, hasta que me hice adulta. Como si fuera poco mi única hermana y el gran orgullo de nuestro padre, la famosa Artista y
Autora Internacional, Miriam Martinez de Gautreaux ya era condecorada, adorada y admirada por todos. Ahora veo claramente que de niña, MIS expectativas sobrepasaban las
posibilidades. Considerando estos detalles como bendiciones, hoy por hoy tengo la
gran bendición de tener exitosos sobrinos y sobrinas mayores que yo. Ahora disfruto el papel de “tia-hermana” e inclusive de “tía-abuela-hermana” resultado del deseo de una “hermanita” de ser “hermana” y de todas las demás cosas que no se entienden al principio de la vida. Lo que mas deseaba era esa hermana y no tenerla me causaba mayores frustraciones, hasta que pude finalmente convertir este “obstáculo” en VICTORIA.
Sin embargo, esta NO es la historia, la historia aquí es la de muchas mujeres latinas. Por mis adversidades aprendí que la hermandad entre mujeres seria mi misión. Entendí que las hermanas de sangre son de extrema importancia, pero que como mujeres TODAS SOMOS HERMANAS.
Ven como la necesidad es la madre del descubrimiento? Como decía al principio, este es un cuento largo. Ya les iré dando detalles, en otros artículos de Empoderamiento. Mientras tanto este es el mensaje para mis hermanas, las del presente, el pasado y las que llegaran en el futuro. Desde las matriarcas hasta las que aun no existen. Ojo de no olvidar la influencia que como mujeres tenemos sobre otras mujeres, no importa la edad, la conexión o la experiencia.
Todas nos miramos, nos identificamos e imitamos mutuamente, lo difícil es mantener la identidad y la individualidad, a falta de la cual somos vulnerables a muchas clases de abusos. En esta época de las cadenas cibernéticas y la rápida propagación de información, es necesario que cada una sirva como inspiración para la superación de las adversidades. Poder erradicar el des-balance que atraviesa la mujer en esta era, en todo el planeta, no será posible si no nos Empoderemos unas a otras y nos apoyamos sin juzgarnos o basado en la opinión de otros.
Desaprovechamos valiosas oportunidades de mejorar nuestro entorno, nuestra comunidad y el mundo, si no practicamos la hermandad entre nosotras.
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