Jael Uribe
Jael Uribe |
El Grito de Mujer me ha enseñado que siempre se puede. En marzo del
2013 nuestro festival internacional de poesía fue dedicado a Malala Yousafzai y
a su lucha el derecho a educación de las niñas de su patria. Todas las mujeres
llevamos dentro de la boca un grito, un grito cosido en la inmensidad del alma.
Malala nos enseña que nunca se es muy joven para abrir la boca, para clamar con
indignación, pero con dignidad las tragedias y los errores que muchos comenten
por maldad, o por ignorancia.
Malala Yousafzai |
El grito de Malala fue escuchado por muchos, hoy ella y su causa son
el Premio Nóbel 2014. A todos los que luchamos nos llega el momento del triunfo,
a Malala le llegó su hora temprano. No todas las mujeres tenemos el valor de
ser valientes, de gritar a la cara y con altura las verdades. Esta niña ha
logrado eso, ha unido conciencias y voluntades. Quizá Malala no pueda cambiar
de un tajo la tan arraigada y milenaria conciencia colectiva de su patria,
quizá tan sólo sea una más de nosotras remando en la inconstancia, pero en la
oscuridad no hacen falta los ojos, solamente una lámpara.
Mi grito seguirá siendo por ella, y por todas las que nos levantamos
agarradas de los sueños y de nuestras causas. Causas, en las que sólo nosotras
creemos, por las que hemos perdido un poco más que la vida, por las que hemos derramado
sangre. Enhorabuena Malala por su ejemplo, por mostrarnos que se puede pelear
sin violencia, ¡pero no con menos coraje!
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