José Gómez Cerda
-Extracto-
Mi último libro es “Tomás Moro, político y Gobernante”,
un personaje de importancia general, sin embargo, muy desconocido en muchos
sectores. Él es el patrón de los
políticos y los gobernantes, sin embargo, pocos conocen su grandiosa obra.
Además de ser un modelo para los abogados, los juristas,
los laicos católicos, como político, presidente de la cámara de los comunes en
Inglaterra, canciller y mártir por defender sus principios y convicciones, él
escribió uno los libros políticos de mayor transcendencia; UTOPÍA.
En el caso concreto de “Utopía”, la estructura de la obra
y la técnica del diálogo que emplea su autor, hacen de ella una obra que cumple
a la perfección lo que se propone tratar sobre la mejor forma de una comunidad
política.
Tomás Moro no busca programas de acción inmediata –tarea
que corresponde a los cristianos bajo su personal responsabilidad- sino líneas
maestras y principales para la edificación de una futura sociedad.
El punto de partida de Moro no es una búsqueda de lo que sería
idealmente justo en el mundo, sino un método eficaz de trabajo para exponer lo
que realmente tenía de malo la sociedad de esa época. Utopía es lo contrario de un Estado próspero
en desarrollo económico.
Y si no se dan allí las matanzas o revueltas porque se
trata de un Estado en el que los valores espirituales y materiales se
desarrollan al mismo tiempo, en un sistema de libertad y tolerancia, que
encamina toda actividad hacia el servicio comunitario, haciendo que la isla
entera constituya una especie de única y gran familia. Utopía es un instrumento
de reflexión -con un método sin duda peculiar, novedoso y eficaz-, para la
búsqueda de un mundo mejor.
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