Extremistas contra libertad de expresión

Yo soy Charlie, el ícono mundial contra ataque terrorista en Francia

Musulmanes rechazan el atentado, occidentales ofrecen su apoyo y movimientos islamófobos justifican sus acciones. 

Francia perdió a cuatro de sus más grandes caricaturistas, quienes a pesar de saber el riesgo que corrían decidieron no dejar de dibujar y de burlarse de todo.

Tras el atentado, el más grave en Francia en los último 40 años, los periodistas y dibujantes de todo el mundo se han volcado a las redes sociales con el lema "Yo soy Charlie", en todos los idiomas, en homenaje a esta revista satírica de desde 1992 irrumpió en el panorama político, social y religioso sin ningún tapujo.

Su director, Stéphane Charbonnier, más conocido como Charb, se había burlado en su última caricatura de que “aún no se registraban atentados en Francia”, talvez el tiempo para pedir los deseos de fin de año se había extendido. Se equivocó.

El extremismo religioso no solo asesinó 12 personas y dejó otras 11 heridas sino que atentó contra el derecho a la risa, a la sátira, a la burla como mecanismo para enfrentar la realidad.

Los líderes musulmanes rechazan el hecho y afirman que la religión no justifica la barbarie, los mandatarios occidentales ofrecen su apoyo para combatir el terrorismo en Francia y a los nacionalistas alemanes que llevan semanas incitando al odio contra la comunidad islámica en Europa se les hace agua la boca.