Nos adentramos por el camino angosto conocido. A pesar del nombre de la común: 'Cañada Sucia', tenia fama de sus manantiales cristalinos, mangos abundantes finos y jugosos, especialmente en mayo.
El camino lo cortó abruptamente una cañada, en su lecho pedregoso corría un lánguido riachuelo de temporada; al cruzarla, Tito Báez (El Salvaje) se metió detrás de un frondoso arbusto, quería como el hipopótamo marcar su territorio.
Fellito Taveras, le advirtió: "Ahí no Salvaje, pues vas a represar el río." Entre risas continuamos la marcha, y lo dejamos en su anti ecológica faena; no habíamos avanzado 35 metros, cuando unos gritos desesperados, y una figura desnuda con apariencia de cavernícola, nos pasó a toda velocidad, al tiempo que un enjambre de belicosas avispas picaban y perseguían al intruso, y que a su vez hizo que el grupo, ese sábado de 1986, corriera en diferente direcciones.
La Biblia advierte: "El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para el medicina." Proverbios 29:1
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