Las autoridades de migración pretenden segregar a los haitianos que trabajan en las fincas agrícolas de la región noroeste de República Dominicana, denunció el sacerdote Regino Martínez, activista de Derechos Humanos y coordinador de Solidaridad Fronteriza, una entidad católica del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM).
Padre Regino Martínez.
Regino Martínez, quien se desempeña aedemás como cura párroco de Dajabón, el poblado dominicano que colinda con Quanaminthe, en la frontera norte, denunció que después de que turbas de dominicanos incineraran las casas de los haitianos, las autoridades locales presionan para que la Justicia no castigue a los culpables de los ataques violentos contra los inmigrantes.
Los ataques en el poblado de Guayubín, provincia Montecristi, se produjeron luego de que hace una semana un inmigrante haitiano desconocido que se dio a la fuga asesinara al dominicano Alcibíades Jiménez, de 79 años de edad.
La muerte del dominicano generó una ola de ataques a palos, piedras y cuchillos contra los haitianos en los que perecieron Manuel Jenis, de 21 años de edad, y Solano Méndez Pérez (Chan), de 28 años, un maestro de karate que había sido adoptado por el dominicano Sólido Méndez
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