Carlos Pichardo
La oleada de aislacionismo que en
los últimos días parece haberse adueñado del Gobierno de Donald Trum se ha
materializado hoy en la primera decisión efectiva en esa dirección: de forma
totalmente inesperada, Estados Unidos ha decidido que se retira de la UNESCO,
la organización de Naciones Unidas que se ocupa de educación y cultura.
La decisión parece haber sido
tomada por Donald Trump, contra el criterio del secretario de Estado, Rex
Tillerson, que apoyaba la salida, pero más adelante.
La razón de la paciencia de
Tillerson es que esta semana la UNESCO está decidiendo quién será su próximo
secretario general.
Hay dos candidatos con
posibilidades: la ex ministra francesa de Cultura, la socialista Audrey
Azoulay, y el ex ministro qatarí de Cultura, Hamad bin Abdulaziz Al-Kawari. La
salida de EEUU, que será efectiva el 31 de diciembre de 2018, parece dar la
puntilla a Azoulay.
La decisión, así pues, es una
bofetada a Francia, que quería que EEUU apoyara a Azoulay, y que siguiera
involucrada en la Organización.
Tillerson ya explicó al
presidente galo, Emmanuel Macron, que Washington se iba en una reunión
celebrada durante la Asamblea General de la ONU, hace tres semanas.
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