6 de agosto de 2014

CULTURA VIVA

Por Lincoln López
“Cada Ministerio con su mini-histeria”
Esa es una de las tantas frases expresadas por una niña-personaje, simpática, inconformista, osada y luchadora social, creada y dibujada como historieta de prensa por un argentino. Su popularidad fue tal que traspasó las barreras nacionales convirtiéndose en un fenómeno mundial. Hizo su primera aparición en la prensa en 1964; por lo que en este 2014, cumple 50 años.
El nombre de la niña-personaje principal de la historieta: Mafalda. Su creador y dibujante: Quino.
“¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?”.
Características del personaje: 6 años (al comienzo de la tira), y 8 en el último libro. Por lo tanto, ella será siempre una niña. No tiene apellido. Nacionalidad: argentina, específicamente de un barrio de Buenos Aires. Su creador la considera una niña rebelde pero sensata. Contestataria pero propensa a filosofar. Representa la aspiración idealista y utópica de un mundo mejor, pero con cierto pesimismo. Siempre preocupada por la humanidad, la paz y los derechos humanos. Entre sus “pasiones” están Los Beatles y los dibujos de El Pájaro Loco (por supuesto, años 60), y entre las cosas que menos le gustan: la injusticia, la guerra, las armas nucleares, el racismo, las absurdas convenciones de los adultos…
“Tenemos hombres de principios, lástima que nunca los dejen pasar del principio”.
Joaquín Salvador Lavado (Mendoza, 1932) es Quino, un dibujante argentino, creador de Mafalda y otros personajes. Considerado un maestro de las tiras cómicas, particularmente por la maestría de la narrativa. Comparto el criterio de su biógrafo cuando dice que “Quino es un observador de su tiempo y la naturaleza humana… hace un análisis crítico del mundo en que vive y a través de sus historias y sus personajes de todo lo bueno y lo malo que tenemos las personas”. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Cuyo. Mafalda empezó a publicarse en el periódico El Mundo. En 1968 llegó a Europa, primero a Italia y luego a España; donde su éxito fue casi tan rotundo como en Buenos Aires. De ahí su popularidad la llevó al resto de los países de habla hispana y posteriormente traducida a varios idiomas. A los diez años del nacimiento del personaje su autor decidió no volver a dibujarlo.
“Una cosa es un país independiente y otra un país in the pendiente”.
Quino demostró en su dilatada carrera profesional como autor de historietas mucha imaginación, sentido del humor, capacidad de síntesis y para captar y expresar las contrariedades individuales como las vicisitudes sociales; y, lo más importante, logró empatía entre el interior de Mafalda con el interior del lector a través del texto… Habló, vía Mafalda, de guerras, de política, de sexo, de arte, de religión…
“(Rezando) ¿Está bien que nos haya hecho de barro, pero por qué no nos sacás un poco del pantano?”.
Mafalda, “más que una historieta es una ideología que redefinió la sátira política hispana para convertirse en la identidad de los inconformes”. (M.L.P.).

“Nunca falta alguien que sobra”.

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