31 de agosto de 2014

Ciencia y tecnología a cambio de un corazón sano

Wendy Santana, Medellín, Colombia (Extracto)

Franz Freudenthal Thicauer es de habla pausada, mirada serena y llena de sentimientos. Brillan muy fuerte sus ojos mientras recrea la escena que lo indujo a ser un innovador de la ciencia durante toda su carrera y a no descansar hasta encontrar la fórmula para salvar vidas.
Al recordar que siendo estudiante de medicina en un hospital infantil de la capital de Bolivia, La Paz, su ciudad natal, vio morir a un recién nacido porque los médicos no podían salvarlo, señala que ese episodio lo marcó muy adentro y lo condujo por el camino de la investigación científica.
Era difícil saber lo que estaba pasando por su cabeza en ese momento, pero al apretar sus labios, hacer puños con sus manos y decir claramente que quedó devastado al ver que quienes podían hacer algo no estaban haciendo nada, me convenció de que realmente su invento no buscaba fama y dinero.
Este creador de dispositivos oclusores para cardiopatías congénitas y merecedor del “Premio Innovadores de América 2014”, ganó 50 mil dólares de parte de los auspiciadores del galardón, más otros 10 mil de la empresa Ruta R, que serán invertidos en nuevas investigaciones.
Y es que la felicidad y tranquilidad del hogar de este galeno está en el momento en que sus pacientes abren los ojos después de colocarle el dispositivo que inventó para que no se les vuelvan a obstruir las venas y saber que quienes depositaron su fe en el médico recobrarán sus sonrisas.
“He sido nombrado como un innovador de la ciencia y la tecnología, aunque lo importante para mí no era eso, sino responder satisfactoriamente a las necesidades de mis pacientes. ¡Soy médico y necesito que mis pacientes vivan para yo poder estar bien”, expresó de forma exaltada. El ganador del “Premio Innovadores de América 2014”, en la categoría de Ciencia y Tecnología, dijo también que: “Para mí es una obligación innovar y buscar nuevos caminos para que los enfermos vivan. Eso está dentro de mis principios básicos. No puedo dejar de trabajar ni un instante”.
Aseguró que lo mejor que le puede pasar a un médico es acertar en los diagnósticos que hace y devolverle la salud a quien ha confiado y puesto en sus manos lo más preciado que tiene el ser humano, que es la vida. ((listin.com.do)

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