30 de noviembre de 2013

Inicio de una costumbre

Rafael Peralta Romero
Rafael Peralta Romero
Los pueblos adquieren  su perfil a partir de realidades concretas, las cuales  vienen dadas a través de hechos sociales,  políticos, económicos, religiosos y  hasta apariciones mitológicas. La costumbre hace ley,  suele  decirse. Se define costumbre como el conjunto de inclinaciones y usos que forman el carácter distintivo de una nación o persona.
Con el  paso del tiempo, una acción  se convierte en tradición, porque ha sido transmitida de generación  en generación. Sólo los investigadores especializados   logran  identificar el origen de  ritos, usos o  prácticas habituales  de una comunidad, y en algunos casos no llegan a alcanzar este objetivo.
Paradójicamente, los dominicanos  que somos tradicionalistas, tendemos a imitar costumbres foráneas.  Desde hace algunas décadas  cierta  gente “in”  viene celebrando una festividad   que  para los  estadounidenses tiene  mucha importancia, porque es parte de su tradición y sirve  como elemento de unidad  familiar.
Me refiero  al “Thanksgiving Day”. El comercio local ha sacado  provecho a esa debilidad de gente con vocación para el ridículo, y que en el Día de Gracia ha de cenar con pavo. Esa  misma gente   compra disfraces  para  lucirlos en una celebración luciferina conocida como “jalogüin”. Yo prefiero  cenar con chivo guisado el 30 de mayo. Y doy gracias.
Los gringos tienen su Acción de Gracias el cuarto jueves de noviembre y  al día siguiente la fiesta sigue con el “black friday”, en el  cual se desata la locura por las compras. Esa cultura -puede asegurarse- se inició en República Dominicana en 2012. El protagonismo de las tiendas Corripio en ese acontecimiento fue notorio.
En noviembre del año pasado, la prensa vaticinó que el “viernes negro” llegó para quedarse. El diario El Nacional, por ejemplo, incluyó una crónica firmada por Pilar Moreno en la que se destacaba el entusiasmo de la gente ante los atractivos que ofrecía esta novedosa actividad comercial, con descuentos considerables.
Jairon Severino, de Listín Diario,  destacaba que “La tradición del Black Friday se estrena este año con mucho entusiasmo entre el comercio y comienza a ser común entre los dominicanos, quienes también utilizan y celebran Halloween y Thanksgiving, otras dos tradiciones anglosajonas que la transculturación las colocó en la cotidianidad del país”.
En cuanto al “viernes negro” no  voy a criticar la propensión a imitar  culturas extrañas. Aunque llamarle “viernes negro” tuvo un sentido racista, aquí hay que interpretarlo como algo bueno, pues por el viernes negro, muchos han adquirido artículos que  de otro modo no hubieran podido. Han ganado los consumidores  y ha ganado el comercio.

 Resulta fácil identificar  el inicio de lo que bien podría tornarse en una costumbre. Que no es mala costumbre.

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