3 de noviembre de 2013

Don Quijote Abinader

Rafael Peralta Romero
rafaelperaltar@gmail.com

Rafael Peralta Romero
A diferencia del primer Quijote, que recorría las llanuras de La Mancha,  el segundo tanto pisa terreno  liso como asciende  una  cordillera. Enarbola una bandera blanca y empuña el propósito de impedir que el Partido Revolucionario Dominicano  siga cundido  del desaliento y la falta  de fe en que lo han sumergido los nuevos sanchos.

“Yo, Luis Abinader Corona, perredeísta, ciudadano y demócrata por formación y convicción, les aseguro que trabajaré sin descanso para darle dos cosas a nuestros compañeros y compañeras: Un buen candidato y un seguro presidente”. Esto dijo el martes 29  durante la inauguración  de un magnífico local para su proyecto político.

 Se trata de una hermosa mansión, en la calle Ángel Severo Cabral, del sector Evaristo Morales,  la cual le  prestara su padre, el doctor José Rafael Abinader. Pero Luis no quiere quedarse en lo físico, sino recuperar el pasado histórico, de honor y gloria, del PRD  y construir un cercano futuro de esperanza.

Ese PRD  que el joven Abinader añora rescatar equivale a la sociedad de justicia y orden que procuraba Don Quijote, el de La Mancha, quien  sufrió  palizas y atropellos por causa de su ideal, pero no se arredró.  El Quijote de ahora aprenderá a lidiar y vencer, frente a los trucos y artimañas que corroen  su partido.

El discurso de Luis Abinader transpira esperanza y representa la visión optimista respecto del futuro de la democracia dominicana y en particular del  otrora poderoso partido del jacho prendido. “La otra obra, la obra que importa, la de una candidatura victoriosa, la estamos levantando en cada rincón de la patria...”
Sancho Panza, el otro personaje  protagónico en la clásica novela de Miguel de Cervantes, ha sido definido como materialista, pragmático, impolítico y  basto  – no vasto-. Sancho sólo  ve   la conveniencia inmediata. Busca beneficios y  por alcanzar  ese objetivo, vende la isla, si es preciso.
En el prólogo a la edición por el cuarto centenario de Don Quijote, Mario Vargas Llosa escribió, en referencia a los caballeros andantes: “Ya nadie profesa las ideas ni respeta los valores que movían a aquellos, ni la guerra es ya un asunto de desafíos individuales, en los que ceñidos a un puntilloso ritual,  dos caballeros dirimen fuerzas”.


Son muy distintos los tiempos  en  nuestra política.  Con palabras de Juan Pablo Duarte, Abinader reclama que no pierda nadie la esperanza, “tengamos fe en Dios, en la justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos”. Y remacha: Yo, Luis Abinader, les aseguro que vamos a recuperar el PRD y, junto a nuestros aliados y al pueblo dominicano, volveremos a ser gobierno en el 2016. 

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