María Teresa Morel | El Caribe
La pandemia del coronavirus obliga a que no haya muchos estudiantes en
las aulas.
El recrudecimiento de la pandemia obliga a las autoridades educativas a
analizar el impacto del retorno a las aulas
¿Virtual o semi-presencial? He ahí el dilema que ha impuesto la pandemia
del COVID-19 a los sistemas educativos de todo el mundo, incluida la República
Dominicana, que tiene previsto iniciar el nuevo calendario escolar el próximo 24
de agosto, en un contexto epidemiológico marcado por el incremento de un 46% de
las infecciones y un sistema hospitalario al borde del colapso.
Al margen de estas dos alternativas, el doctor José Joaquín Puello,
director de Neurología del Centro Cardio-Neuro Oftalmológico y Trasplante
(Cecanot), propuso ayer a las autoridades gubernamentales postergar hasta enero
la vuelta a clases, considerando que una apertura en los actuales momentos
podría enfermar a los niños y convertirlos en vehículos de transmisión de la
enfermedad a sus padres y demás familiares.
Entrevistado en el programa de televisión El Día, el experimentado
galeno, sugirió al presidente electo, Luis Abinader, esperar a que se definan
los temas de las vacunas y los medicamentos contra el coronavirus que están en
fase de pruebas en humanos. “Antes de que finalice el año el mundo sabrá
realmente cuál será el muro de contención de la enfermedad, ya sea la vacuna o
los medicamentos que se están probando”, señaló.
Padres y ADP de Santiago
también piden postergar año escolar
Ayer, la seccional de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en
Santiago, donde ayer solo quedaban catorce camas de hospitalización disponibles
para COVID-19, llamó a postergar el inicio del año escolar debido a la situación
epidémica y las limitaciones de aulas que enfrenta la provincia.
Miguel Jorge, presidente del gremio magisterial, advirtió que no existen
condiciones para comenzar la docencia el próximo 24 de agosto, como han
previsto las autoridades.
“Pedimos que se haga una
reevaluación y se tomen en cuenta las opiniones hechas por expertos en materia
de salud y que han dicho que exponer a los estudiantes a una situación de
contagio, sería también exponer a toda la población”, apuntó Jorge al conversar
con reporteros de elCaribe.
La modalidad de educación semipresencial establece que en cada aula solo
se permitan 20 estudiantes, pero según Jorge, hay centros educativos de esta
ciudad donde aún con esa cantidad se dificulta guardar la distancia de
seguridad recomendada.
El sindicalista llamó al Comité Ejecutivo Nacional de la ADP a reunirse
para fijar una posición al respecto, pues considera que no existen las más
mínimas condiciones para comenzar el año escolar ni en agosto ni en septiembre.
“Hay muchos factores que las autoridades de Educación no tienen controlados,
como el suministro de agua potable, ni está controlada la cantidad de aulas que
se requieren para albergar a los alumnos y menos en estas condiciones de salud
que tenemos”, indicó Jorge.
El presidente de la ADP puso como ejemplo las condiciones en que se
encuentran las escuelas Emilio Prud’ Homme, Gavina de León, la Emma Balaguer en
Cienfuegos, Enriquillo en Los Ciruelitos y la J. Armando Bermúdez, que
enfrentan dificultades en el suministro de agua y energía eléctrica.
Dificultades para
reinscripción
En el centenario centro Ulises Francisco Espaillat, los problemas
generados por la pandemia del COVID-19 han impedido que se pueda inscribir una
matrícula que ronda entre los 700 y 800 alumnos. Aunque el proceso de
inscripción comenzó hace varios días, fue suspendido y hasta el próximo día
tres de agosto. El UFE sirve como escuela espejo, es decir que permite aceptar
como inscritos a partir del séptimo grado a los estudiantes de las escuelas
Isaías Franco, la J. Armando Bermúdez, San Martín de Porres, la Venezuela y
Radhamés Cortinas.
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