El primer semestre de 2020
fue una película de terror, con tintes de thriller y western. Y lo que sigue no
parece que será distinto. Así que al mal tiempo, buena cara. Esta semana, a
pesar de todo y contra todo, regresaron las noticias de operaciones corporativas,
se activó el nuevo tratado comercial de América del Norte y la política pública
del Gobierno federal sufrió un par de reveses. Esto es Coronanomics, Economía y
Covid-19, un newsletter sabatino de El Economista. Cuídense mucho, por favor.
Por Luis Miguel González,
director general editorial de El Economista.
. Corporaciones en acción
Agua y aceite. Por una
parte, celebramos dos noticias corporativas positivas en medio de la pandemia,
que representan movimiento y confianza. La primera es que Grupo Televisa
concluyó la venta de su 50% en Radiópolis a la familia Alemán, la emblemática
cadena radiofónica que estuvo vinculada a la familia Azcárraga desde 1930.
La venta de su
participación en la cadena, adelantada por El Economista en julio de 2019, se cerró
por un total de 1,248 millones de pesos. Ahora sólo falta conocer los planes de
la familia Alemán, que no la está pasando muy bien cuando se trata de su
compañía aérea Interjet, que enfrenta adeudos con el SAT y con otras instancias
aeronáuticas.
La segunda operación fue el
anuncio de la canadiense BRP de invertir 136 millones de dólares en Ciudad
Juárez, Chihuahua, para construir una nueva planta para satisfacer la demanda
de su negocio de vehículos todoterreno y, particularmente, su Can-Am.
Se trata de la primera
inversión en la historia del T-MEC, el nuevo capítulo de la relación de
apertura comercial de la región de América del Norte, iniciada en 1994 con el
TLCAN. El T-MEC, informó el IDIC esta semana, abre un negocio potencial para
México de 100,000 millones de dólares. Vayan haciendo las cuentas.
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