9 de julio de 2020

¿Cuáles factores llevaron a este desenlace?

Por MELVIN MAÑON – Al Momento
EL AUTOR es sociólogo y comunicador. Reside en Santo Domingo.
(Extracto)
Estamos de acuerdo que el PLD ha sufrido una derrota aplastante, histórica y merecida.  Deberíamos así mismo entender que, entre las Cadenas Humanas desde 2015, la Marcha Verde desde 2017, las manifestaciones en la Plaza de la Bandera del 2020 y el 5 de Julio hay un hilo conductor y que ese hilo está definido porque esas jornadas marcan la emergencia de la clase media dominicana y exhiben sus atributos.
¿Qué ha sucedido?  ¿Cuáles factores llevaron a este desenlace? ¿De que no nos habíamos dado cuenta?
Encontré la respuesta la mañana del lunes 6 de julio, en las áreas verdes de APROLECHE, en la Feria Ganadera mientras conversaba o mas bien interrogaba a Hans Schaeffer Jr. a quien aprecio y distingo como si fuera un hijo. Hablábamos del voto de los jóvenes, de la desesperanza de estos, de sus perspectivas de empobrecimiento y también del rencor acumulado ante los desmanes, la sordera y el estupro perpetrado contra todos por Danilo Medina y el PLD.
Las clases medias tradicionales, patriotas e inexpertas de los años 60 fueron derrotadas; en los años 70 gradualmente abandonaron la lucha revolucionaria, de izquierda o patriótica y gran parte del quehacer político; se dedicaron a prosperar y emigrar mientras la gestión y el accionar político pasaron gradualmente a una clase media baja que carecía de representación propia pero que se adhería, presta y gustosa, a cualquier proyecto donde percibiera vocación de poder. Eso la llevó  tanto al reformismo como al perredeismo.
Esa clase media baja a partir de finales de la década de los 70 encontró en el PLD la legitimidad de la que carecía y trajo consigo a la política valores que no conocíamos pero que el propio Juan Bosch, el autor intelectual y político de su reivindicación, describió. Esa clase media baja era, según explicó Bosch y ha demostrado la historia reciente,  depredadora, arribista y trepadora.
Una parte de ella encarnó una falsa izquierda y otra, mas pragmática, persiguió con éxito a través del PLD la conquista del poder cuyas posibilidades habían aprehendido con la ayuda del Partido Reformista. Eran los tiempos (1982-2008) en que la política descendía a la categoría de mercado y los ciudadanos se convertían en consumidores.
La clase media baja izquierdizada puede ser y ha sido progresista, pero también y en periodos largos de reflujo se convierte en una fuerza eminentemente tóxica. Esa clase media baja, izquierdizada,  pobremente educada  pero ilimitadamente ambiciosa se colocó en el gobierno con el PLD. Como oposición produjeron versiones marginalesde esa otra izquierda dividida, subdividida y atomizada hasta el absurdo convertida en ONGs.
Precipitada por las primeras secuelas de la crisis financiera global del 2008, comenzó un cambio gradual en las luchas de protesta.  Un estrato de clase media representado por Somos Pueblo, Santiago Somos Todos y otros y otros  empezó con las Cadenas Humanas y cuando las demás condiciones fueron propicias creció hasta convertirse en la Marcha Verde;  jornada masiva, pacífica, muy ciudadana, que se vanagloriaba de ser educada, de no quemar gomas ni tirar piedras. A pesar de que todos coincidíamos en que la Marcha Verde era un fenómeno de clase media no supimos entenderlo ni derivar las consecuencias de lugar.
Por eso no vimos claro que la Marcha Verde  del 2017  era pura clase media y cuando la izquierda intentó cooptarla se desactivó. No obstante, grupos, como Somos Pueblo asumieron una misión extraordinaria. Difundieron y documentaron todas las denuncias que la prensa tradicional ocultaba o rehusaba publicar y esa labor fue parte de lo que condujo al 5 de julio del 2020 y se mimetizó  en la propuesta política que produjo el 5 de julio. Fue así y no al revés.

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