11 de julio de 2020

ALEXIA DE GRECIA, LA LEAL AMIGA DE LA INFANTA CRISTINA: DEL EXILIO EN LONDRES A SU RETIRO FRENTE AL MAR EN LANZAROTE

Alexia de Grecia, que hoy cumple 55 años, vive alejada de la prensa en Canarias, donde le gusta competir en triatlones y disfrutar de su mansión frente al mar.
POR NURIA HERNÁNDEZ – Vanity Fair
Este fin de semana, en la casa de Alexia de Grecia (55) estarán de doble celebración. Por un lado, el 9 de julio, la hija mayor de Constantino de Grecia y Ana María de Dinamarca festejaba su 20º aniversario de boda con su marido Carlos Morales, y además, este 10 de julio, Alexia cumple 55 años. Dos fechas sin duda muy importante en la vida de la sobrina de la reina Sofía y prima predilecta de la infanta Cristina.
Alejada de los focos desde el año 2003 cuando decidía instalarse junto a su familia en Lanzarote, Alexia de Grecia y Dinamarca no ha vivido la típica vida de princesa de cuento de hadas clásico. Nació en el palacio de Mon Repos, residencia de descanso de la familia griega en la isla de Corfú, en 1965. Fue la primogénita del que fuera rey Constantino de Grecia y de Ana María de Dinamarca y hasta el nacimiento de su hermano Pablo (hoy casado con Marie-Chantal Miller y sin duda el más mediático de la familia griega) en 1967 fue la princesa heredera al trono griego. Alexia es sobrina de las reinas Margarita de Dinamarca y de la reina Sofía, y prima por tanto del actual rey de España, Felipe VI.
Con apenas dos añitos y tras una crisis política e institucional en Grecia, Constantino decidió marcharse al exilio a bordo del avión real junto a toda su familia. En diciembre de 1967 se instalaron en Roma y allí nació el príncipe Nicolás en 1969, hoy marido de Tatiana Blatnik. Durante un corto período, vivieron en el Palacio de Amalienborg en Dinamarca, muy cerca de la reina Ingrid, abuela materna de Alexia. Poco después se mudaron a Londres a una casa en Chobham (en el condado de Surrey), donde nacieron Teodora, en 1983, y Felipe, en 1986.
La primera vez que Constantino volvió a pisar suelo griego no sería hasta 1981 para asistir a los funerales de su madre, la reina Federica, que se llevó a cabo en el cementerio familiar del palacio de Tatoi y para lo que obtuvo un permiso especial de solo cinco horas. "Mi abuela era una parte muy importante de nuestra vida y fue muy emocionante viajar todos los primos juntos a Grecia. Recuerdo que los griegos que acudieron a nuestro encuentro nos tiraban regalos y cartas. Todos los que vinieron estaban a nuestro favor, imagino que los que estaban en contra pasaron de ir", recordaba Alexia en una de las pocas entrevistas que ha concedido en Lancelot Televisión.
Alexia contaba años después que no fue al colegio hasta los 14 años y que mientras tanto ella y sus hermanos recibían educación en su casa con profesores particulares. ”Teníamos un tutor griego, ya que mi padre no sabía si pasado mañana volveríamos a Grecia”, explicaba. Más adelante, la joven estudió Historia en la universidad y llevó a cabo un postgrado en Pedagogía, ya que una de sus grandes pasiones son los niños. Tras varias visitas a Barcelona, en 1992 se instaló definitivamente en la Ciudad Condal, estudió Educación Infantil y comenzó a trabajar con niños en la Asociación Síndrome de Down.
La leal amiga de la infanta Cristina
Fue precisamente en la capital catalana durante el año olímpico donde entabló una gran amistad con su prima la infanta Cristina. Juntas disfrutaban de la noche barcelonesa y trataban de pasar desapercibidas en una ciudad cosmopolita como ésta. "No llegamos a vivir juntas, porque no surgió, no porque no hubiéramos querido. Ella residía con una amiga y yo con otra, pero nos veíamos muchísimo. Fue una muy buena época. Ella sigue adelante con su familia, sus hijos y su trabajo como puede. El apoyo que le he prestado es normal. Cualquiera haría lo mismo por un familiar si pasara por momentos difíciles", decía en el canal canario al ser preguntada por su amistad con Cristina.
Su unión dura hasta hoy y Alexia ha estado al lado de la hija de los reyes eméritos en los peores momentos de su vida, sobre todo, durante el juicio a su marido Iñaki Urdangarin. En esos años, Alexia no dudó en viajar a Washington primero y luego a Suiza para visitar a Cristina y mostrarle su apoyo. Uno de los detalles que demuestran esa amistad que perdura a lo largo del tiempo quedó patente en abril de 2018 cuando Alexia fue el bastón en el que sujetó moralmente Cristina para sentirse cómoda en el funeral por su abuelo don Juan de Borbón, y después en el 80º cumpleaños de doña Sofía donde Alexia también estuvo presente como muestra de su lealtad a la hija de don Juan Carlos. La infanta es además madrina de la primera hija de Alexia y Carlos Morales, Arrietta, nacida en 2002 en Barcelona, y Alexia lo es de Pablo Nicolás Urdangarin.

No hay comentarios: