RAFAEL PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
Un comentarista de televisión afirmaba recientemente que el señor Miguel Vargas, liquidador del Partido
Revolucionario Dominicano, ha sido
usado de condón. Con esta grosera
metáfora se refería a las burdas negociaciones de Vargas con el presidente Danilo Medina
para neutralizar al una vez glorioso PRD, puesto ahora al servicio de la peor
causa.
Pensaba que no tocaría más el nombre de ese señor en mis
artículos. Pero los penosos espectáculos
escenificados por “dirigentes” de la histórica organización me han
llevado a mencionarlo. Duele ver la mendicidad mostrada por ellos pidiendo a su dueño político que le den
posiciones en la administración pública.
Unos lagrimearon tras la secretaría de la Liga Municipal Dominicana mientras otro provocaba la risa de los
peledeístas cuando reclamaba su derecho
a ser candidato a la Alcandía de Santo Domingo Este, tras el asesinato de Juancito
Sport, compadre del Presidente, sepultado como héroe nacional por el
mérito ganado en el impulso de los
juegos de azar.
Estos pobres seguidores de Vargas no aprovecharon la experiencia sufrida cuando pidieron al PLD
(Partido de la Liberación Dominicana) las alcaldías de San Cristóbal, Santo
Domingo Norte y Santiago de los Caballeros, ganadas por el PRD
en los comicios de 2010. No cogieron la señal de con quién habían negociado o
fingieron desconocer las garras del PLD.
Se ha dicho que el
PLD prometió a Vargas recursos financieros, empleos en el gobierno
actual, candidaturas a puestos electivos
y más cargos en un posible gobierno de Medina, en el próximo cuatrienio. Algunos
aseguran que el PLD los puso a oler
donde guisan. Otros creen que esto
ocurre con los de abajo, pues el señor Vargas ha degustado buen bocado.
Vargas ha demostrado que no le interesa carrera política, pero sí la
financiera. Podrá ser torpe para divulgar ideas, tratar
personas u organizar acciones sociales, pero es hábil para los negocios. Vender al enemigo
lo que había sido un histórico instrumento de la democracia no es rentable
políticamente, pero económicamente tiene que serlo.
El PRD va a servir para que se incorporen a apoyar la reelección del
presidente Medina algunos que andaban buscando cómo enganchar “donde pica el
peje”. Vargas los recibe con algarabía
para curarse un poco de la soledad, y –lo más importante- porque eso
incrementa su cotización frente a
ese a quien sirve políticamente.
Yerran quienes
afirman que Vargas ha sido burlado por
Medina. El mandatario sabe que éste resultó pieza clave para aprobar la
alteración de la Constitución que le ha permitido repostularse. Y eso cuesta
dinero. Mal están el PRD (ahora Partido
Revolucionario Disminuido) y los
perredeístas no cercanos al presidente del grupo. Vargas gana como quiera.
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