Por CNN Español
El dron MQ-9 Reaper estaba operando sobre aguas internacionales cuando
un caza ruso Su-27 —que volaba acompañado de otra aeronave igual— maniobró
intencionadamente delante del avión no tripulado y le arrojó combustible varias
veces, según un comunicado del general James B. Hecker, comandante de las
Fuerzas Aéreas de EE.UU. en Europa y África.
Un caza ruso obliga a un dron estadounidense a descender sobre el mar Negro tras interceptarlo.
Luego uno de los cazas golpeó la hélice del Reaper, forzando a su
operadores --que trabajan en forma remota--a hacer descender la nave sobre las
aguas del Mar Negro.
Esto es todo lo que sabemos sobre el incidente que ha llevado a la
relación entre Estados Unidos y Rusia, ya muy deteriorada por la guerra en
Ucrania, a su "punto más bajo", según el Kremlin.
Operaciones en el mar Negro
Aviones de combate de Estados Unidos y Rusia han operado regularmente
sobre aguas territoriales en el mar Negro, que baña las costas de Ucrania,
desde antes incluso de la guerra, pero ésta es la primera interacción de este
tipo de la que se tiene noticia.
El brigadier general Patrick Ryder, portavoz del Pentágono, dijo que el
avión ruso voló "en las cercanías" del dron, que realizaba
"operaciones de rutina", durante 30 a 40 minutos antes de chocar
justo después de las 7 a.m., hora de Europa Central.
"De hecho, este acto inseguro y poco profesional de los rusos casi
provocó que ambos aviones se estrellaran", añadió.
Según la Fuerza Aérea de EE.UU., el avión no tripulado Reaper puede
volar hasta 50.000 pies de altura, y dispone de sensores y capacidades para
recopilar información y realizar tareas de reconocimiento durante largos
períodos, lo que lo convierte en una plataforma ideal para seguir los
movimientos en el campo de batalla y en el mar Negro.
Pero cuando está armado, el Reaper también puede utilizarse contra objetivos "de alto valor", dados sus sistemas de armas y su capacidad para vigilar una zona durante un largo periodo de tiempo.
En otras palabras, el dron, cuyo precio es de unos US$ 56 millones, es
capaz tanto de vigilar como de atacar al enemigo. Estos dos usos le han valido
al Reaper un apodo en los círculos militares: el "cazador-asesino".
La reacción de Estados Unidos
Funcionarios estadounidenses expresaron "fuertes objeciones"
tras el incidente, y el presidente Joe Biden y los aliados de EE.UU. han sido
informados, según la Casa Blanca y el Pentágono.
El coordinador de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John
Kirby, dijo que "no era extraño" que los aviones rusos interceptaran
aviones estadounidenses sobre el mar Negro, y explicó que hubo otras
intercepciones en las últimas semanas.
Sin embargo, destacó que el episodio de este martes sí fue único en
cuanto a cuán "inseguras, poco profesionales e imprudentes" fueron
las acciones rusas.
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