Redacción El Caribe
Esta fecha crea conciencia e inspira acciones para abordar la crisis
mundial del agua y el saneamiento, debido a que 2,000 millones de personas
viven todavía sin acceso a agua potable. Se trata de una celebración coordinada
por ONU Agua y cuyo tema anual está alineado con el lanzamiento del Informe
Mundial de la ONU sobre el estado de los recursos hídricos.
Seguramente habrá discursos encendidos desde diferentes ámbitos, pero
toda esa fraseología seguirá siendo solo juegos de palabras mientras no se
aborde con seriedad la Ley del Agua, que lleva años manoseada y dando vueltas,
en el Congreso.
Es que mientras en nuestro país la cobertura de suministro del agua
potable siga siendo menor del 80% (Enhogar) y en tanto apenas el 11 % la reciba
un solo día por semana, el problema de la provisión de agua no solo continuará,
sino que se agravará con el tiempo.
Este año el Día Mundial del Agua coincide con el arranque de la
Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023, que tendrá lugar desde el 22 al 24 de
marzo, en Nueva York.
Esta conferencia será una oportunidad única para buscar soluciones a la
crisis actual del agua y del saneamiento.
El problema del agua es consecuencia de una serie de factores en los que
la mano del hombre es la principal causa, por la destrucción de los bosques,
que se talan para negociar con la madera o se queman para implantar cultivos
que degradan el medio ambiente, como la soja, por ejemplo.
La masa de agua que cubre el planeta es el recurso más importante que
sostiene la vida de los seres humanos, de los animales y de las plantas. La
contaminación ambiental, que genera la lluvia ácida que mata los cultivos y
degrada los suelos, aumenta con los años sin que la sed de ganancias de las
grandes potencias haga algo por siquiera disminuirla.
Antes de que el agua se convierta en causa de las próximas guerras, las
clases dirigentes tienen que actuar, para evitar que los seres humanos pasen a
formar parte del pasado de este planeta.
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