Por Paloma Simón Vanity
Fair
Jeremy Irons posa con Nieves Álvarez para Vanity Fair. La
modelo lleva jersey de cuello cisne y pantalón de Max Mara...
Jeremy Irons posa con Nieves Álvarez para Vanity Fair. La
modelo lleva jersey de cuello cisne y pantalón de Max Mara, chaqueta de torero
de Amazonia Sevilla y collar Tubogas con diamantes de Bvlgari. Foto: Uxío da
Vila.
“I know who you are” [“sé quién eres”]. Jeremy Irons ha
ganado un Oscar, dos Globos de Oro, tres Emmy, un Tony, rodado más de 60
películas —la última El protector (2024)— y series inolvidables como Regreso a
Brideshead, pero conoce perfectamente a Nieves Álvarez. El actor inglés no dudó
un segundo en salir de la caseta del Ayuntamiento donde disfrutaba de una copa
de fino y una tapa, para fotografiarse junto a la modelo, musa de nuestra
fiesta en la Feria de Abril. “Estas cosas solo pueden pasar en Sevilla”, dice
la top model, presentadora de televisión y empresaria con toda la razón del
mundo. “Soy fan absoluta tuya, le dije. ‘El honor es mío’, me contestó. Es un
actor que me impone mucho, porque siempre hace papeles muy intensos, pero en
persona es encantador”, prosigue la musa española de Yves Saint Laurent, a
quien se refiere siempre con un respetuoso “monsieur”.
La buena educación es probablemente una de las
principales virtudes del carácter de Nieves Álvarez (Madrid, 1974), una mujer
que se describe a sí misma como “tímida” pero “con carácter”. Por lo primero no
se atreve a bailar sevillanas “salvo en la intimidad”, aunque ha recibido
clases y luce hoy un traje de flamenca diseño de Rocío Peralta a partir de las
medidas de los de alta costura de Stéphane Rolland con los que desfila en
París. Es su tercera Feria de Abril. “Me gusta el caos, el colorido, la belleza
allá por donde mires. Es muy importante que se mantengan estas tradiciones tan
nuestras”, sostiene.
—¿Se considera una persona tradicional y conservadora?
—Me gusta la tradición. Mantener las cosas nuestras y
bonitas. Pero soy una mujer bastante valiente y moderna. Siempre he dicho que
no hay nada más moderno que lo clásico. Lo que perdura. No están reñidos, van
de la mano. Lamento que no sepamos valorar nuestras raíces. En moda, por
ejemplo, los diseñadores extranjeros se inspiran continuamente en España, en lo
que somos. ¡Por algo será! A veces se nos olvida la riqueza, el gran país que
tenemos. Cuando el otro día cogí el AVE en medio del caos por los retrasos
sentí pena porque nos estamos acostumbrando a que esa sea nuestra normalidad.
Hay que despertar. Esto no puede seguir así.
—Usted nunca ha tenido una mala palabra para nadie. Ni
siquiera para los paparazzi.
—Tengo mucho carácter, pero al final soy Nieves Álvarez
gracias a mi trabajo… y también a la gente. No puedo ser maleducada. Los
periodistas están haciendo su trabajo. A veces ni siquiera querrán hacerte esas
preguntas. Siempre los he respetado, porque su labor es tan importante como la
mía. Y, en general, la gente siempre es amable. Te piden una foto con respeto.
Aunque esté en un ámbito privado, ¿cómo no me voy a parar? He vivido
situaciones incómodas, pero la sonrisa y la educación no solo me han abierto
puertas: también me han ayudado a salir de los malos momentos. Decir ‘no’ con
educación me ha servido de mucho. No me corto un pelo. Y con la edad, no pierdo
ni un segundo.
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