Por Andrés Tovar El Caribe
La primera
gran satisfacción tiene que ver con el reconocimiento de parte de los Estados
Unidos a la lucha contra el narcotráfico. Pero quizá la mejor muestra del
respeto que inspira el país es que, contrario a lo acontecido en otras
latitudes, Estados Unidos ha dejado constancia de que no se le va a pedir a la
República Dominicana que acepte una ola masiva de migrantes.
La mayoría de
las expectativas con la visita de Rubio giraban alrededor del tema migratorio,
en particular con la inestable e insegura situación de Haití de por medio, pero
todo lo conversado corrió a favor de las perspectivas dominicanas.
Además de que
se pudo avanzar en un punto de mucho interés para las partes, que es el de las
tierras raras. Algo que se podía predecir, porque la nueva administración
estadounidense se ha ido en elogios hacia las autoridades dominicanas.
Todo lo que
resta decir, a manera de un breve balance de esta visita, es desear que vaya
usted en paz, señor secretario de Estado.
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